FILMOTECA, DE DANIELA ROSENFELD – Sin lugar a dudas, “Seis días en junio” es el documental definitivo sobre la Guerra de los Seis Días, guerra que a pesar de su corta duración tuvo un profundo impacto en la política global, más que cualquier otro conflicto de la segunda mitad del siglo XX. La guerra cambió radicalmente el paisaje de Medio Oriente. Primero, le dio un golpe quizás mortal al Panarabismo: el sueño de un sólo estado árabe unido que se extendiera desde el Atlántico hasta el Golfo, pero también fue un golpe para su líder, el presidente egipcio Gamal Abdel-Nasser.
El documental comienza con la decisión del Presidente Nasser de pedir la retirada de las tropas de interposición de la ONU en el Sinaí y remilitarizar la zona. Para los oficiales de la ONU resultaba evidente que bloquear a Israel el acceso al estrecho de Tiran era el preludio de una guerra inminente. Los desesperados esfuerzos del Primer Ministro Israelí Levi Eshkol para evitar un ataque preventivo por parte de Israel fueron inútiles. A pesar de resistir con tenacidad la presión del ejército e intentar obtener la ayuda estadounidense para garantizar a Israel el paso por el estrecho, finalmente el general Moshe Dayan consigue imponerse y es nombrado Ministro de Defensa. Por su parte el rey Hussein de Jordania rompe su tradicional alianza con las potencias occidentales y se une a la alianza de Egipto y Siria, otorgando el mando de sus fuerzas al ejército egipcio. El 5 de junio de 1967 Israel lanzó un ataque preventivo. Los ataques aéreos masivos destruyeron la fuerzas aéreas egipcias y jordanas en pocas horas, mientras se censuraba a la población israelí la información sobre estos ataques durante 24 horas para evitar las iniciativas de paz internacionales y la radio egipcia emitía noticas sobre una falsa victoria de las tropas árabes. La falta de información verídica sumada a la interrupción de las comunicaciones militares entre los ejércitos árabes, dejó al ejercito jordano solo ante la batalla de Jerusalén. El primer ministro Eshkol fue desplazado de la primera línea y Moshe Dayan tomó el control total de las operaciones israelíes iniciando el ataque terrestre. La situación cambiaba con tanta rapidez que, a menudo, los comandantes estaban autorizados a tomar sus propias iniciativas. El ejercito egipcio se desmoronó y los jordanos perdieron rápidamente la batalla. Nasser buscaba desesperadamente la participación soviética. Estos enviaban suministros militares, aviones y buques para una posible intervención. El presidente Johnson, en un tensa conversación con su homólogo de Moscú, expresó su deseo de un “alto el fuego a tiempo“. A medida que el ejército egipcio se retiraba y los militares jordanos eran neutralizados; Israel tomaba el control de Jerusalén y la mayor parte de la península del Sinaí.
El documental termina con un epílogo sobre las consecuencias de estos seis días de junio: Jerusalén y la Franja de Gaza controladas por Israel, miles de palestinos apátridas, y un Oriente Medio definido por la antipatía árabe hacia Israel. Producido 40 años después de la guerra, es una poderosa lección de historia, realizado con gran rigurosidad y dando voz a todos las partes. El director Ilan Ziv retrata cuidadosamente la situación geopolítica antes, durante y después de la guerra. No sólo se basa en imágenes de archivo, sino que también realiza entrevistas actuales con figuras clave, tanto israelíes como árabes, desde los más altos niveles hasta soldados o campesinos, todos testigos directos; entre otros, el secretario personal de Nasser, el secretario de estado de Levi Eshkol, el ex–secretario general de la ONU, el jefe de la CIA en Israel, el representante de la Unión Soviética en Oriente Medio, el secretario personal del Rey Hussein, diarios personales y documentación oficial. También utiliza actores para recrear determinados acontecimientos y darles más veracidad. Ziv es extremadamente cuidadoso al presentar las emociones, el razonamiento y los errores de cálculo de todos los bandos que participaron en la guerra.
Ilan Ziv nació en Israel en 1950, luchó en la Guerra de Yom Kipur y posteriormente se trasladó a Nueva York donde estudió Cine y TV en la Universidad de Nueva York. En 1978 fue coproductor del primer Festival de Cine de Medio Oriente. Ese mismo año funda la productora Icarus Films, productora y distribuidora de films educativos. Abandona la productora en 1990 para dedicarse exclusivamente a sus proyectos cinematográficos. Desde entonces ha dirigido numerosos documentales centrados principalmente en temas de derechos humanos e investigaciones sobre historia contemporánea.
Segundo capítulo: