UNA MIRADA A LA HISTORIA – Nacido en Nîmes casi en los pañales de la Revolución Francesa, su vida va en paralelo a los grandes acontecimientos políticos, sociales y religiosos del siglo XIX, su época. Este abogado y político francés, pertenece a la primera generación de judíos influidos por la Wissenchaft des Judentums, se embebe en las tradiciones de sus antepasados y deja un legado que recogen sus descendientes espirituales. Se afilia pronto al Rito Escocés de la masonería y se convierte en uno de sus máximos responsables, mientras defiende causas jurídicas de la población judía y otras en medio planeta. Se lo conoce a este ciudadano del mundo como “El Africano” y sus proezas fueron tan cosmopolitas como las de su homólogo romano de la antigüedad. Reunió en su casa de la calle Bonaparte a personalidades como Alejandro Dumas, Víctor Hugo y protegió a famosas actrices de la época como Rachel.
Se lo conoce sin embargo como el padre del Decreto Crémieux, que consiguió la nacionalidad francesa para los 37.000 judíos de Argelia, siendo criticado por quienes consideran que esa fue una de las causas lejanas de los conflictos añadidos de la independencia argelina de Francia. Pero estas líneas y este programa son solo un punto de partida. Adolphe Crémieux fue una fuerza desatada de la naturaleza, curioso, cultivado, talentoso y además, como se diría en idish, junto con todo el compromiso que exhibió por donde transitaba, “gut faride”.
Alicia Perris