HOMENAJE – “Una de las grandes puertas al cine” es una de las muchas definiciones que Aarón Rodriguez aplica a Stanley Kubrick, uno de los realizadores que efectivamente nos abrió a tantos la mente para fascinarnos por el cine. El suyo, siempre distinto, pero siempre Kubrick – descubrimos cada vez “un detalle, un plano, el uso de la música”- potente en su “flexibilidad genérica”.
Géneros que, asegura Rodríguez, desactiva en cada trabajo. Nos quedamos sin ver la biografía sobre Napoleón con Brando, su visión de El señor de los anillos o la película porno que estaba preparando -¿que leería si para preparar El resplandor, se encerró con las obras completas de Freud?- Eso sí,los cachorros cinéfilos siguen recuperándolo en pantalla grande.
¿Es todo su cine una reflexión sobre el Holocausto? Ésta es una de las teorías que se barajan al estudiar –“casi al completo, faltaría profundizar en la lectura ética de sus películas”- la filmografía de un Stanley Kubrick que sí trata el problema de lo religioso, “pero lo judío está oculto o en sordina en su cine”, apunta Aarón Rodríguez.
“Recuperemos el primer Stanley Kubrick” anima Aarón Rodríguez, el de películas como Senderos de gloria. Y vean el artículo visual Stanley Kubrick Cine y límites que firma Aarón, con esas imágenes que el genio quiso que viéramos y pensáramos.