UNIDOS CON (JACOB) ISRAEL – A pesar de engrosar con dos mujeres en torno a la cincuentena de dad la lista de fallecidos por el coronavirus, las noticias que llegan de Israel en estos momentos son esperanzadoras. En primer lugar: Netanyahu y su familia han sido testados y no están infectados, por lo que abandona la cuarentena que se había impuesto de forma preventiva. También siguen adelante las negociaciones con Gantz y el partido laborista para su integración en un gobierno de emergencia nacional que desatasque la situación de acefalía oficial desde hace un año. Y, lo más importante, aunque es temprano para echar las campanas al vuelo, hay una reiterada desaceleración en el ritmo de contagios y un aumento muy pronunciado en la detección de los mismos gracias a unos tests masivos que se realizan no sólo a enfermos y sospechosos de estarlo, sino a población sana. De confirmarse, el impacto “posbélico” sería mucho menos que en otros países, dada la puesta en marcha de medidas restrictivas desde etapas muy tempranas.
A punto de solucionar dos crisis: la política y la sanitaria
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