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‎1 Heshvan 5785 | ‎02/11/2024

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“A ver qué se puede hacer”, de Lorrie Moore

“A ver qué se puede hacer”, de Lorrie Moore

SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – ¿Qué hizo la escritora, crítica literaria e intelectual norteamericana Lorrie Moore con autores como Philip Roth, Amos Oz o Clarice Lispector, y los cineastas Woody Allen o Norah Efron? Lean A ver qué se puede hacer y conozcan el siempre acertado y humorístico análisis de Moore que, como apunta Virginia Ruano de Eterna Cadencia “es un mapa para entrar en un montón de temas y autores, una gran invitación a la lectura, y también unas magníficas coordenadas para otros autores a descubrir”

Eterna Cadencia. En el prólogo, Moore cuenta que Robert Silvers, el legendario editor de The New York Review of Books, le enviaba los libros a reseñar con una nota que siempre finalizaba con la siguiente propuesta: “A ver qué se puede hacer”. Y lo que ella hace en estos artículos, que van desde el año 1983 hasta 2017, es analizar no sólo la obra literaria de sus contemporáneos (Alice Munro, Margaret Atwood, Philip Roth, Kurt Vonnegut, Amos Oz, Anne Beatty, Norah Ephron), sino también series de televisión (The Wire, True Detective), películas taquilleras (Titanic), la cultura de masas (Miranda July, Lena Dunham), escritoras de culto (Clarice Lispector) y acontecimientos históricos (el affaire Clinton-Lewinsky, el atentado a las Torres Gemelas).
Lo interesante de estos textos es que la Lorrie Moore ensayista no deja de ser la Lorrie Moore narradora: están las frases encantadoras, la mirada ácida, a veces picante, siempre graciosa y no por eso menos dolorosa. Están la preocupación constante por el amor, su realización y su imposibilidad, y el modo en que autores como Alice Munro o James Cameron lo representan; está la relación entre experiencia de vida y literatura; está la imbricación entre las pulsiones catárticas y enfermizas que empujan a algunos a escribir y los modos en los que esa misma escritura puede curar ―al que la escribe y también al que la lee―, y están las propias contradicciones, el pudor de admitirlas y la capacidad de reconocerlas y desplegarlas para ofrecernos, así, un mapa de ese accidente tan fascinante que es la cultura en que vivimos.