Adam Goldstein y su exposición “Ruido al vacío”

EL TRAZO ERRANTE –  Adam Goldstein, artista israelí de origen colombiano, muestra sus obras por primera vez en España. Una obra que, nos comenta, “es la última parte de la serie Lapsus de silencio, la parte más avanzada”: oleo sobre lienzo de gran tamaño, con el “color como excusa para lograr profundidades dentro de superficies muy planas”. Goldstein presenta en Ruido al vacío – Galería La Cometa Madrid- capas, sensaciones, quiere “manejar el vacío”.

Adam Goldstein– graduado en la prestigiosa Bezalel Academy of Arts and Design de Jerusalén- manipula el óleo en sus diferentes etapas en una unión entre el expresionismo abstracto y la carpintería en busca de “la planitud total”. Sus pinturas son “ventanas hacia lo interior”, secuencias que forman parte de un carrete pictórico genial.  

 

Ruido al vacío de Adam Golstein. Galería La Comenta.

“Dentro del amplio proyecto Lapsos del silencio de Adam Goldstein, la serie luminosa Ruido al vacío que se expone en Galería La Cometa Madrid se destaca por utilizar profusas y aleatorias variaciones en la vibración orgánica de elementos pictóricos. Destellos, huellas, trazos, restos, marcas, surcos y vestigios le otorgan a la naturaleza silente de la pintura en estas obras una misteriosa irradiación que revela el secreto y hondo latido de la superficie. Mediante una técnica de vaivenes, danzas y gravitaciones, Ruido al vacío exhibe, al mismo tiempo, el esfuerzo por captar la sonora inquietud de la materia y la calma exaltación de lo insondable.

Cada una de las obras de esta serie vibra con fogosa amplitud por el rumor inacabable de la superficie. Amarillos, grises, verdes, rojos, blancos, negros inconmensurables, fijan en el plano la naturaleza pictórica del ruido. Telar Sonoro, Peñascos, Sol o Drowned Star desarrollan paisajes que emergen de la reacción resonante de los materiales. Goldstein logra que la luz y el color irradien minuciosos en la anhelada planitud. La sobreposición barroca y casi infinita de capa sobre capa de color al óleo genera un denso volumen sonoro que revela una y otra vez el recomienzo del mundo sensible. Ruido al vacío señala la presencia improvisada del silencio en la materia. El silencio se hace audible y luminoso”.

Alba Delgado y Simón Henao.

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