MÚSICA ISRAELÍ – Ahuva Ozeri nació en 1948 y creció en el barrio Kerem Hateimaním de Tel Aviv, hija de padres yemenitas, aunque su madre había emigrado desde Etiopía. Ahuva era la hija menor y tenía ocho hermanos varones, más otros dos de la primera esposa de su padre. Su nombre original era Aviva, pero el apodo que le dio su padre (Ahuva significa querida) le acompañó toda su vida. En 1952, con sólo cuatro años, murió su padre y la pequeña Ahuva se acostumbró a acompañar a las familias de los difuntos del barrio en sus ceremonias. En 1968 conoció a un músico judío originario de India, Ezekiel Mazgauker, que tocaba con el renombrado Ravi Shenkar, y con él aprendió a tocar un instrumento de sonido similar al banjo llamado bulbul tarang. En 1975 lanzó su primer álbum Heiján hajaial, Dónde está el soldado, que incluía canciones sobre el amor y lamento además de otras de tono tradicional, que obtuvo mucho éxito comercial y renombre entre los seguidores de la música mizrají, oriental. En 1976 se emitió por la televisión nacional un documental sobre los inicios de su carrera que se considera la primera película en tratar el fenómeno de este género musical. Sus canciones solían abordar temas de duelo y tristeza que, según las creencias populares, atraían espíritus malignos, lo que la llevó a retirarse de los escenarios en 1982 durante nada menos que 17 años, aunque siguió grabando álbumes. Durante este tiempo, volvió a su trabajo juvenil como cocinera en un restaurante y a la enseñanza de música y canto orientales, destacando entre sus alumnos Zohar Argov, otra luminaria del género mizrají. En 1999 lanzó el álbum Tziltzulei paamonim (El sonido de las campanas) con un enorme éxito. Al año siguiente fue diagnosticada de cáncer en las cuerdas vocales, que tuvo que extirparse, lo que la obligó a dejar el canto y centrarse en la interpretación de su instrumento y en la composición para otros artistas. En 2014 el cáncer reapareció y falleció en 2016. Hoy día hay varias ciudades con calles a su nombre, incluida Tel Aviv. La estamos escuchando desde el inicio en Imi imi (Madre mía, madre mía) a la que seguirán Naguen li meitar (Toca para mí, cuerda), Rokedet haflamenco (La bailaora), At li hashemesh (Eres mi sol), Javer javer (Amigo amigo), Shirat habarbur (El canto del cisne), Katerina hakdushá (Santa Catalina) y Ahavat jayai (Amor de mi vida).