KABALÁ: LA DIMENSIÓN INTERIOR, CON ISAAC CHOCRON – En esta clase vamos a analizar el Salmo Nº 2 y la conexión que posee con el periodo pre-mesiánico y con las profesias de Zejaryáh (Zacarías), que nos revela cómo al final de los tiempos se reunirán todas las gentes de la tierra para librar una guerra contra Jerusalén. El que va a encabezar esta guerra es Amalek.
א לָמָּה רָגְשׁוּ גוֹיִם וּלְאֻמִּים יֶהְגּוּ-רִיק.
¿Por qué se amotinan los pueblos y las naciones hablan vanidad?
ב יִתְיַצְּבוּ מַלְכֵי-אֶרֶץ וְרוֹזְנִים נוֹסְדוּ-יָחַד עַל-יְהוָה וְעַל-מְשִׁיחוֹ.
¿[Por qué] los reyes de la tierra se alzan, y los príncipes consultarán unidos en contra de Adonái y en contra de Su ungido,
ג נְנַתְּקָה אֶת-מוֹסְרוֹתֵימוֹ וְנַשְׁלִיכָה מִמֶּנּוּ עֲבֹתֵימוֹ.
[Diciendo:] “Erradiquemos sus ligaduras y arrojemos de nosotros sus sogas”?
ד יוֹשֵׁב בַּשָּׁמַיִם יִשְׂחָק אֲדֹנָי יִלְעַג-לָמוֹ.
El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.
ה אָז יְדַבֵּר אֵלֵימוֹ בְאַפּוֹ וּבַחֲרוֹנוֹ יְבַהֲלֵמוֹ
Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.
ו וַאֲנִי נָסַכְתִּי מַלְכִּי עַל-צִיּוֹן הַר-קָדְשִׁי
[diciéndoles:] “¡Soy Yo quien ha unido a Mi rey, en Tzión, Mi montaña sagrada!”
ז אֲסַפְּרָה אֶל-חֹק יְהוָה אָמַר אֵלַי בְּנִי אַתָּה אֲנִי הַיּוֹם יְלִדְתִּיךָ
Yo difundiré el decreto; Dios me ha dicho: Mi hijo eres tú, yo te engendré hoy.
ח שְׁאַל מִמֶּנִּי וְאֶתְּנָה גוֹיִם נַחֲלָתֶךָ וַאֲחֻזָּתְךָ אַפְסֵי-אָרֶץ
Pide de Mí, y Yo he de hacer de las naciones tu herencia, y tus posesiones han de extenderse hasta los confines más remotos de la tierra.
ט תְּרֹעֵם בְּשֵׁבֶט בַּרְזֶל כִּכְלִי יוֹצֵר תְּנַפְּצֵם
Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás.
י וְעַתָּה מְלָכִים הַשְׂכִּילוּ הִוָּסְרוּ שֹׁפְטֵי אָרֶץ
Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra.
יא עִבְדוּ אֶת-יְהוָה בְּיִרְאָה וְגִילוּ בִּרְעָדָה
Servid a Adonái con reverencia, y alegraos con temblor.
יב נַשְּׁקוּ-בַר פֶּן-יֶאֱנַף וְתֹאבְדוּ דֶרֶךְ כִּי-יִבְעַר כִּמְעַט אַפּוֹ אַשְׁרֵי כָּל-חוֹסֵי בוֹ.
Aproximaos a la pureza, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira, bienaventurados todos los que en Él confían.