KABALÁ: LA DIMENSIÓN INTERIOR, CON ISAAC CHOCRON – En esta clase vamos analizar el Salmo Nº 6. En nuestra clase vamos a citar de las fuentes del Talmud, Midrshim, Zohar, Rash”i, Rada”k, Ramba”m, Ramba”n y muchos otros grandes comentaristas. Dado que el Zohar comenta que este Capitulo se refiere a la mitzvá del Brit Milá, nos traerá distintas enseñanzas sobre este precepto y su importancia.
א לַמְנַצֵּחַ בִּנְגִינוֹת עַל-הַשְּׁמִינִית מִזְמוֹר לְדָוִד. ב יְהוָה אַל-בְּאַפְּךָ תוֹכִיחֵנִי וְאַל בַּחֲמָתְךָ תְיַסְּרֵנִי. ג חָנֵּנִי יְהוָה כִּי אֻמְלַל אָנִי רְפָאֵנִי יְהוָה כִּי נִבְהֲלוּ עֲצָמָי. ד וְנַפְשִׁי נִבְהֲלָה מְאֹד ואת (וְאַתָּה) יְהוָה עַד-מָתָי. ה שׁוּבָה יְהוָה חַלְּצָה נַפְשִׁי הוֹשִׁיעֵנִי לְמַעַן חַסְדֶּךָ. ו כִּי אֵין בַּמָּוֶת זִכְרֶךָ בִּשְׁאוֹל מִי יוֹדֶה-לָּךְ. ז יָגַעְתִּי בְּאַנְחָתִי אַשְׂחֶה בְכָל-לַיְלָה מִטָּתִי בְּדִמְעָתִי עַרְשִׂי אַמְסֶה. ח עָשְׁשָׁה מִכַּעַס עֵינִי עָתְקָה בְּכָל-צוֹרְרָי. ט סוּרוּ מִמֶּנִּי כָּל-פֹּעֲלֵי אָוֶן כִּי-שָׁמַע יְהוָה קוֹל בִּכְיִי. י שָׁמַע יְהוָה תְּחִנָּתִי יְהוָה תְּפִלָּתִי יִקָּח. יא יֵבֹשׁוּ וְיִבָּהֲלוּ מְאֹד כָּל-אֹיְבָי יָשֻׁבוּ יֵבֹשׁוּ רָגַע.
Una plegaria para que el enfermo implore a Dios que sane su cuerpo y alma. Recitada con devoción y corazón contrito, seguro que Dios la aceptará.
Para el Director del Coro, con instrumento musical en el sheminít, un Salmo por David: Adonái, no me reprendas en Tu enojo ni me castigues en Tu ira. Sé gracioso conmigo, Adonái, pues languidezco; cúrame, Adonái, pues mis huesos tiemblan de miedo. Mi alma es presa del pánico; y Tú, Adonái, ¿hasta cuándo [sufriré para que me ayudes]? Vuélvete, Adonái, [de Tu enojo,] salva mi alma; ayúdame en aras de Tu bondad. Pues en la muerte no hay recuerdo de Ti; en el sheól, ¿quién ha de alabarte? Estoy fatigado de tanto suspirar; cada noche lloro hasta empapar mi cama, derrito mi lecho con mis lágrimas. Mi ojo se ha enturbiado a causa del enojo, está gastado a causa de todos mis adversarios. Apartaos de mí, vosotros todos los malhechores, pues Adonái ha escuchado el sonido de mi llanto. Adonái ha escuchado mi súplica; Adonái acepta mi plegaria. Todos mis enemigos estarán avergonzados y grandemente aterrados; se arrepentirán y de inmediato sentirán vergüenza.