EL TRAZO ERRANTE – El escultor británico Sir Anish Kapoor, que se ha convertido en un defensor de los derechos de refugiados sirios, es el ganador del Premio Génesis 2017, establecido en 2012 y bautizado por la revista Time como el “Nóbel” judío, dotado de un millón de dólares que suele destinarse a actividades benéficas y que en el pasado han ganado el ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; el actor y activista por la paz Michael Douglas; y el violinista Itzhak Perlman, uno de los principales defensores de los derechos de las personas con discapacidad. Por ello hemos querido reponer el programa que dedicamos hace unos años a su figura con ocasión de una exposición de su obra en el Museo Guggenheim de Bilbao, para lo cual entrevistamos a su Directora de Actividades Museísticas, Petra Joos.
Kapoor nació en Bombay (Mumbai) en 1954, de una madre judía que había emigrado a la India de Irak siendo niña y de padre punjabí hindú que sirvió en la Armada de su país como hidrógrafo. La identidad judía de Kapoor y su compromiso con los valores judíos son profundas. Emigró a Israel a la edad de 16 años con un hermano más joven, residiendo en el kibutz Gan Shmuel de 1971 a 1973. Después de mudarse a Londres para estudiar arte, volvió frecuentemente a Israel y residiendo por temporadas en Jerusalén, donde creó el reloj de arena de acero inoxidable reflectante en el Museo de Israel, llamado “Poniendo el mundo del revés” (2010).
Kapoor ganó el Premio Turner en 1991 y recibió el título de caballero en 2013. Sus trabajos incluyen el “Cloud Gate” en el Millennium Park de Chicago y el “Orbit” en el Estadio Olímpico de Londres (a la izquierda de la imagen siguiente). Kapoor también creó el Memorial del Holocausto para el sinagoga judía liberal en Londres y las 70 velas (a la derecha de la imagen siguiente) para el Día de Memoria del Holocausto en el Reino Unido en 2015, en conmemoración del 70 aniversario de la liberación de Auschwitz.
“Como herederos y portadores de los valores judíos, es indecoroso para nosotros ignorar la difícil situación de las personas que son perseguidas, que han perdido todo y que han tenido que huir como refugiados en peligro de muerte”, dijo. “La conciencia del emigrante forzado reside en el corazón de la identidad judía y esto es lo que me ha motivado a aceptar el honor del Premio Génesis, para donar su dotación a la causa de los refugiados”.
Debe estar conectado para enviar un comentario.