“Annie Hall” (1977), de Woddy Allen (EE.UU.)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –
Guión: Woody Allen, Marshall Brickman. Reparto: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts, Carol Kane, Paul Simon, Janet Margolin, Shelley Duvall, Christopher Walken, Colleen Dewhurst, Sigourney Weaver. Premios: Oscar a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz Protagonista, Mejor Guión. Globos de Oro a Mejor Actriz. Premios de la Academia de Cine Británica (Bafta) a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Actriz, Mejor Edición. Premios César de la Academia de Cine Francesa a Mejor Película Extranjera.
Allen es Alvy Singer, un comediante neoyorquino bastante neurótico. Piensa que todo el mundo está en contra suya, que la gente es antisemita. Parece que siempre está a punto de tener un ataque nervioso. Pero un día Alvy conoce a Annie, una chica hermosa, tímida, y bastante introvertida. Juntos forman una pareja muy especial, se complementan en todo, y disfrutan juntos. Pero cuando la fase de la relación entra en el estado realista habitual, las cosas simplemente no salen bien. Alvy y Annie deben luchar, si quieren, por estar juntos en una relación que a veces no pareciera ser la mejor para los dos. Alvy nos cuenta una historia casi trágica de sus relaciones con las mujeres, especialmente con Annie, quien parece cambiarle la vida, y lo modela para aprender a seguir adelante con la vida injusta que, supuestamente, le ha tocado enfrentar.
Allen relata desde un punto de vista casi personal una historia que bien podría ser la de cualquiera. Ya que, aunque la película tenga como título el nombre de la contraparte femenina, quien cuenta la historia es Alvy. No hay un estilo autobiográfico pero los guiños a la posibilidad existen, y así lo permite Allen cuando en ocasiones se dirige directamente a la audiencia y cuenta cómo esta parte de la historia le afecta en ese momento. Las conversaciones entre Alvy y Annie, entre Alvy y su aparente mejor amigo, el flashback sin narración hacia otras relaciones de Alvy. Todo permite que entremos en tono, que nos situemos en el personaje paranoico de Alvy y disfrutemos de la tragedia de pertenecer a un sector al que no le va bien con el amor.
Sin menospreciar toda su primera etapa cómica en la que destacan títulos como Toma el dinero y corre, El dormilón o La última noche de Boris Grushenko, Annie Hall es el gran punto de inflexión en la carrera de este cómico judío neoyorkino, lo que la convierte en una de las películas más importantes de toda su filmografía.
Annie Hall es una maravillosa e inteligente comedia romántica de regusto amargo. Una mirada introspectiva al universo de Woody Allen, retratado a través de su relación con la propia Annie, interpretada por una estupenda Diane Keaton, pareja de Allen en aquella época. La película reúne un compendio de estilos cinematográficos, todos al servicio de la historia y de las emociones que Allen pretende infundir en el espectador. Viajes al pasado, uso de pantalla partida e incluso el empleo de la animación, confluyen en esta genial mezcla de técnicas en la que incluso se permite hacer uso de subtítulos para mostrar lo que realmente piensan los personajes.
Allen no llega a desligarse del humor irónico y surrealista de sus anteriores películas, pero con Annie Hall alcanza un impacto emocional y un tono trágico que sentó la base de toda su filmografía posterior. La película comienza con el mítico monólogo de su protagonista, Alvy Singer, indudable reflejo del propio Allen por más que este insista en que la historia no presenta carácter autobiográfico. La película está llena de reflexiones ácidas e ingeniosas sobre el amor, el sexo, la inmadurez e incluso el arte, el humor y la cultura americana, lo que la convierte en todo un símbolo de la cultura popular neoyorkina, un retrato que poco después retomaría e incluso llegaría a superar con Manhattan.
La psicología y el psicoanálisis ocupan un lugar destacado, convirtiéndose en una seña de identidad en la obra posterior de Woody Allen. No es casualidad que la película comience con una referencia a un chiste que el propio Freud cuenta en El chiste y su relación con lo inconsciente y acabe con una broma acerca de un psiquiatra y su paciente.
La película cuenta con las primeras interpretaciones de actores de renombre como Chritopher Walken, Jeff Goldblum o Sigourney Weaver, así como con cameos de Truman Capote y Marshall MacLuhan, este último en una aparición pensada en un primer momento para el propio Federico Fellini. Annie Hall además de señalar el inicio de una nueva etapa en la carrera de Woody Allen y su consagración definitiva, es también la primera entrega de lo que más adelante se conocería como la trilogía romántica de Nueva York, completada con obras de la talla como Manhattan y Hannah y sus hermanas.
El valor de Annie Hall se sustenta principalmente en un guión ligero, y dinámico. No nos aburre ver a una pareja luchando por lo imposible y a un hombre “humillado” ante el miedo de estar solo. El personaje de Alvy está tan bien diseñado que no nos cansamos de verlo fracasar e intentarlo nuevamente. El guión retrata una relación sentimental que funciona por razones que no conocemos y debemos aceptarla sin tener en cuenta lo que ocurra luego; sabemos que lo que estamos viendo no puede terminar bien, y sin embargo, estamos dispuestos a soportarlo hasta el final.