Avraham Shlonsky: reinventor del hebreo

MÚSICA ISRAELÍ – Avraham Shlonsky fue un poeta y destacado traductor y dramaturgo israelí, renovador del hebreo, nacido en 1900 en Karyokov (actualmente, Ucrania) y fallecido en 1973, ganador del Premio Israel de literatura en 1967. De familia jasídica originaria de Poltava, se mostró contrario a la política rusa durante la Primera Guerra Mundial y empezó a interesarse por el sionismo, estableciéndose definitivamente en la Palestina del Mandato Británico a los 21 años. Trabajó en un kibutz, donde afirmó su vocación poética, de carácter humorístico, satírico y renovador, opuesta a la de Jaim Najman Biálik. Militó además en el partido sionista de izquierda Mapam. Desde 1922 se estableció en Tel Aviv donde compuso letras de canciones para las obras satíricas de entonces y para las fiestas de Purím. En 1926 puso en marcha una editorial en la que se publicaron obras de Lea Goldberg, Edna Finkerfeld y Alexander Penn, entre otros. En 1933 puso en marcha una revista literaria en la que también colaboraron Natan Alterman o Dalia Rabikovich. Desde el inicio hemos estado oyendo una de sus canciones más famosas: Zemer, Melodía, también conocida como Laila baGuilboa, Noche en el monte Guilboa, con música de Marc Lavri e interpretada por el grupo Guevatron. Junto a su hermana Vardina compuso algunas canciones como Shir hamishmeret, La canción de la guardia, que suena en la voz de Lota Laufer; le sigue Mapujit bein hashinaim, Una armónica entre los dientes, sobre música de David Zehavi y la interpretación del grupo Eden; Shir eres, Nana, en la voz de Gueula Guil sobre melodía de Dubi Seltzer; del mismo compositor y del musical infantil Utz li gutz li, oímos Boker tov, Buenos días, cantada por Arik Lavi; Shir haneder, El canto de la promesa, sobre el tema de la Shoá, que compuso e interpreta Izhar Cohen. Además de sus canciones originales, aportó traducciones al hebreo de temas como At jaki li veajzor (del original ruso de Simonov con melodía de Shlomo Drori), aquí en la voz de Shimshon Bar Noi; o Tjol hamitpajat, El azul de tu pañuelo (del original ruso de Glitzky con música de Petersbursky), cantada por Tova Peiron; Se ugdí, un cordero y un cabrito, sobre melodía de Joel Valva en la interpretación del grupo Rananím; para acabar con una muy reciente musicalización y canto de Eyal Heler de su poema Kotlei beití, Las paredes de mi casa, compuesta durante el confinamiento de la pandemia.

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