Ba-ta-clan
OFFENBACH 200 – 140, CON JACOBO KAUFMANN – En julio de 1855, año de la Primera Exposición Universal en Paris, Jacques Offenbach fundó en los Campos Elíseos, un pequeñísimo teatro, en que produjo sainetes, pantomimas y bufonerías musicales exitosas de su propia composición. En el invierno de ese mismo año llevó su compañía, los Bouffes Parisiens, al centro de Paris, y estrenó allí, el 29 de diciembre, la opereta en un acto “Ba-ta-clan”, sobre un libreto de Ludovic Halévy, una farsa de tinte político apenas velado, trasladada a una China ficticia, en la que el conspirador Kokoriko organiza con sonidos singulares un complot contra el emperador Fé-ni-han. El nombre de este personaje no es casual. En francés faitnéant quiere decir: holgazán. Éste tiene dos prisioneros, el joven Ké-ki-ka-ko y la bella Fé-an-nich-ton, otro nombre nada casual, ya que en leve distorsión del ídish o judeo alemán, este nombre denota a una mujer poco vestida, de vida disipada. Los dos descubren que no son chinos, sino franceses, lo mismo que el emperador, que ha llegado al poder después de naufragar en las costas del imperio. Y finalmente, cuando descubren que también es francés el propio conspirador, éste y sus prisioneros cantan el irresistible himno Bataclan, acompañados de sus cómplices, que imitan el son de trompetas en insolente falsete. Con esta primera opereta Jacques Offenbach obtuvo uno de sus grandes triunfos. La ofrecemos en una versión grabada en 1966 con el siguiente reparto: Féhanichton, Huguette Boulangeot; Kekikako, Raymond Amade; Fénihan, Rémy Corazza; Kokoriko, René Terrason; relator, Jean Dessailly; y Marcel Couraud al frente del coro Philippe Paillard y la orquesta Jean-François Paillard.