JAQUE A LA MENTE, CON RENÉ MAYER – A lo largo de años, al mismo tiempo que su salud mental comenzaba a deteriorarse, Bobby Fischer se había caracterizado por lanzar furibundos pronunciamientos antisemitas y antiestadounidenses. A pesar de ser él mismo de ascendencia judía por el lado materno, admiraba a Adolf Hitler y era un negacionista del Holocausto. En julio de 2004 fue detenido en el aeropuerto de Narita, en Tokio (Japón) por utilizar un pasaporte no válido, pues Estados Unidos lo había anulado. Fischer permaneció ocho meses detenido hasta que en marzo de 2005, finalmente, Islandia le concedió la ciudadanía, con lo que se le autorizó a viajar a ese país. Tres años más tarde, el 18 de enero de 2008, fallecía a causa de una enfermedad renal.