“Brigada antisecuestro (Raid on Entebbe)” (1977), de Irvin Kershner (EE.UU.)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD – Guion: Barry Beckerman. Reparto: Peter Finch (Yitzhak Rabin), Charles Bronson (General Dan Shomron), Yaphet Kotto (Idi Amin), Martin Balsam (Daniel Cooper), Horst Buchholz (Wilfred Boese), John Saxon (General Benny Peled), Jack Warden (General Mordejai Gur), Sylvia Sidney (Dora Bloch), Robert Loggia (Yigal Allon), Tige Andrews (Shimon Peres), Eddie Constantine (Captitan Becaud), David Opatoshu (Menachem Begin), Allan Arbus (Eli Melnick), Stephen Macht (Teniente Coronel Yonni Netanyahu), James Woods (Capitan Sammy Berg). Premios: Globo de Oro, Mejor film para TV. Premios Emmy: Mejor fotografía, Mejor sonido

Esta película realizada para televisión está basada en la historia real del comando israelí que rescató a los rehenes del aeropuerto de Uganda, secuestrados por un grupo terrorista palestino. El 27 de junio de 1976, el vuelo 139 de Air France procedente de Tel Aviv, que trasportaba 248 pasajeros y 12 tripulantes, despegó de Atenas rumbo a París. Poco después de las 12:30 pm el avión fue secuestrado por dos palestinos del F.P.L.P. (Frente Popular para la Liberación de Palestina) y dos alemanes de las Rotte Armee Fraktion (Fracción del Ejército Rojo), más conocida como la banda Baader-Meinhoff. Los secuestradores desviaron el avión hacia Bengasi, Libia, donde se le suministró combustible. Esta parada no fue hecha al azar, ya que el régimen del coronel Gadaffi, además de ser un patrocinador de grupos terroristas entre las décadas de 1970 y 1990, estuvo implicado en la acción, según confesó el dictador en 2003. El vuelo prosiguió hasta el aeropuerto de Entebbe, Uganda, a 32 km. de la capital, Kampala. El mariscal Idi Amin, dictador del país, se presentó como mediador para solucionar la crisis, aunque lo cierto es que prestaba protección a los terroristas. Las exigencias de los terroristas eran la liberación de 53 camaradas presos en cárceles europeas y las de otros 40 en Israel. Si sus exigencias no eran cumplidas, amenazaban con asesinar rehenes a partir del 1 de julio.
A continuación, los terroristas, dividieron a los rehenes en dos grupos: los de nacionalidad israelí y los que por sus apellidos podían ser judíos en opinión de los terroristas. Por otro lado, el resto. Los no judíos fueron puestos en libertad, excepto la tripulación francesa, que se negó a dejar a los rehenes israelíes a su suerte.
Ante el cariz de la situación, las autoridades israelíes empezaron a diseñar una operación de rescate. Primero aceptaron como considerable la liberación de terroristas, lo que hizo que se retrasase hasta el cuatro de julio la fecha tope para el comienzo de asesinatos. Luego, tras la llegada de los rehenes liberados a París, agentes de inteligencia israelíes y franceses les entrevistaron para recabar información. La información obtenida fue de gran valor: a los cuatro terroristas se les había unido un número indeterminado de colaboradores en Uganda, cuyo ejército intervenía en la vigilancia de los 103 rehenes. Estos estaban retenidos en las instalaciones de la vieja terminal del aeródromo.
Por otro lado, se habló con oficiales de fuerza aérea israelí que habían entrenado a sus homólogos ugandeses en los tiempos en que el régimen de Amin estaba en buenas relaciones con Israel. No en vano, la fuerza aérea de Uganda tenía instalaciones en Entebbe. Además, por una afortunada casualidad, empresas israelíes habían participado en la construcción de parte de las instalaciones del aeródromo, lo que permitía el acceso a planos fiables. Con todos los datos, el estado mayor israelí empezó a barajar las distintas opciones: un lanzamiento masivo de paracaidistas, un ataque y desembarco con lanchas provenientes de la orilla de Kenia del lago Victoria, y el aterrizaje de aviones en el aeropuerto y su toma posterior. La incursión se realizó el 4 de julio de 1976: el comando israelí consiguió abatir a trece terroristas alemanes y palestinos, y treinta y tres soldados ugandeses, aunque otras fuentes reducen la cifra a siete y veinte muertos, respectivamente. Por la otra parte, perecieron un comando, el teniente coronel Yonni Netanyahu, y tres rehenes.
No transcurrió mucho tiempo antes que Hollywood realizará hasta dos films sobre el tema. El primero se llamó Victoria en Entebbe que se emitió en diciembre de 1976; este Brigada Antisecuestro, emitido un mes más tarde, contaba con un reparto de primeras figuras y es la más recordada de las películas por su contundencia en la narración que le llevo a ganar un Globo de Oro y dos premios Emmy. La película de 140 minutos tiene un ritmo trepidante. Gracias al montaje se refleja con precisión la tensión vivida entre las negociaciones, las dudas, la acción militar y el rescate.
La operación fue una humillación para Amin e inmediatamente intentó convertirse en víctima. La principal represalia por esta derrota fue la violencia hacia Kenia, que había ayudado a Israel al permitirles abastecerse de combustible para el viaje de vuelta a casa. Uno de los rehenes, Dora Bloch, ciudadana británica – israelí, enfermó mientras estaba cautiva y fue trasladada a un hospital en Kampala. La escena en la que Bloch tiene una breve conversación con Amin es inquietante, sabiendo lo que le esperaba. Amin la asesinó al día siguiente de la incursión. Después de que Amin fuera depuesto, los restos de Bloch fueron descubiertos. De acuerdo con informes dados a conocer años más tarde, Dora Bloch recibió un disparo, su cuerpo fue quemado y abandonado en un plantación de azúcar.

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