Bronislaw Huberman, un genio olvidado al violín
POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – ¿Se acuerdan del Stradivarius “rescatado” por Max el ciego, el rey del hampa de Lodz? Perteneció al genial violinista judeopolaco Bronislaw Huberman, niño prodigio, amigo de Arthur Rubinstein, compañero de Pau Casals, uno de los intérpretes de violín más famosos del periodo de entreguerras.
Creador de La Filarmónica de Palestina (la actual Filarmónica de Israel) el antisemitismo lo había llevado de Berlín a Suiza (se negó a actuar en suelo nazi), después a Estados Unidos. Comprometido con su pueblo, salvó a más de 1.000 perseguidos por el nazismo. Tras un accidente aéreo, en el que resultaron dañados su muñeca y dos de sus dedos nunca pudo volver a ser él mismo. Deprimido murió en Suiza pasando a ser durante años, un genio olvidado. Nosotros le recordamos hoy, igual que Joshua Bell cada vez que toca con su Stradivarius Gibson-Huberman.