“Caminar sobre las aguas (Lalehet al hamayim)” (2004), de Eytan Fox (Israel)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –

Guión: Gal Uchovsky. Reparto: Lior Ashkenazi, Knut Berger, Caroline Peters, Gideon Shemer, Hanns Zischler, Carola Regnier. Premios: Academia de Cine Israelí: Mejor Música (Ivri Lider), Mejor Sonido. National Board of Review (Consejo nacional de criticios cinematográficos) Mejor Película extranjera

Eyal es un “liquidador” profesional del Mosad, al que le encargan que localice a Alfred Himmelman, un ex oficial nazi que, al parecer, sigue vivo. Para realizar el encargo debe espiar a Pia, la nieta de Himmelman, que se ha mudado a Israel y vive en un kibutz después de romper con su familia en Alemania. Eyal se hace pasar por guía turístico y aprovecha que Axel, el hermano de Pia, viaja a Israel a visitar a su hermana para intentar convencerla de que vuelva a Berlín para asistir al cumpleaños del padre. Durante la visita de Axel, los dos hombres recorren el Israel más turístico: Jerusalén, las orillas del mar Muerto… Aunque ambos tienen personalidades muy diferentes, Eyal, el tío duro por excelencia, se deja conquistar por las ideas liberales y el inagotable entusiasmo de Axel. Una incómoda tensión se instala entre los dos hombres cuando Eyal descubre que Axel es gay. Axel regresa a Alemania, pero el Mosad sospecha que Himmelman podría salir a la luz para asistir a la fiesta de cumpleaños del padre de Pia y Axel. Eyal se marcha a Alemania donde debe encontrar a Axel para saber más acerca de la familia y descubrir si el abuelo sigue vivo. Eyal, el asesino profesional, más vulnerable desde el suicidio de su ex mujer, deberá descubrir y enfrentarse a algunas verdades sobre sí mismo…
Eytan Fox explora en esta película los fantasmas de la memoria, tanto en la sociedad israelí como en la alemana. Por un lado la memoria colectiva de los alemanes y su culpa por el Holocausto, y por otro la israelí, donde la generación que lo sufrió está desapareciendo y dando paso a otra más preocupada por los atentados terroristas, que en desvelar el paradero y castigar a los criminales de guerra nazis.
Caminar sobre las aguas se mueve entre el estudio de los personajes: sus estados de animo y sus pensamientos, y la identidad nacional. La mayor parte de la película se centra en la relación de Eyal y Axel, dos personajes aparentemente antagónicos: Eyal es un tipo duro, machista y homófobo, impermeable a las emociones, capaz de matar a un líder de Hamas frente a su hijo, que no derrama ni una sola lagrima al descubrir el cadáver de su mujer y que de alguna manera se siente atraído por la personalidad de Axel. A pesar de las muestras más que evidentes, se niega a admitir que Alex es gay, cuando finalmente Axel, durante una noche de fiesta tiene una relación con un árabe, Eyal reacciona de manera irracional, se siente engañado, los momentos de intimidad que han compartido toman otro cariz. Axel, por su parte, vive abiertamente su sexualidad, es un tipo sensible, abierto, sincero, pacifista e intenta purga su culpa trabajando con inmigrantes y no en la empresa familiar. A partir de esta amistad que entablan entre Israel y Berlín, Eyal comenzará una transformación, que le llevará a despertar sus emociones hasta el punto de acabar perdiendo su habilidad como “liquidador”.
Es una película sobre la violencia. ¿Hasta que punto es necesaria para protegerse y en qué punto se convierte en patológica? Eytan Fox recurre a esta pregunta constantemente. Todos los personajes deben lidiar con su pasado: Axel y Pía con su abuelo y los nazis, Eyal con su trabajo y su familia. Es un examen exhaustivo de la verdadera cara de la violencia y sus repercusiones. Moviéndose entre el thriller, la comedia y la road movie, el ritmo no decae en ningún momento. Cuenta con un elenco internacional encabezado por Lior Ashkenazi, excelente en su papel de agente del Mosad que debe enfrentarse a sus prejuicios para recuperar sus emociones. Se ha rodado en Estambul, Israel y Berlín.
Caminar sobre las aguas es la tercera película de Eytan Fox, director israelí nacido en Estados Unidos, y también la tercera en estrenarse mundialmente en la sección Panorama del Festival de Berlín. En unas declaraciones durante la promoción de la película Fox comentaba: ““Me interesa mucho la masculinidad: Israel es una sociedad muy masculina, por eso decidí contar una historia en la que un hombre conecta con sus sentimientos más profundos y consigue cambiar enfrentándose al acontecimiento más aterrador de su pasado. El pasado juega un papel muy importante en la vida de todos los jóvenes, sean de donde sean. Hice una película acerca de jóvenes que sólo desean vivir y pasarla bien, y creen que son libres y diferentes de sus padres, pero el pasado los persigue. Para ser libres de verdad, no les queda más remedio que hacer las paces con el pasado. Hablamos con ex agentes del Mosad informalmente para asegurarnos de ciertas cosas. En cuanto a su reacción, bueno, algunas personas que habían estado en el Mosad vieron la película y no les gustó. En su opinión, no era un retrato heroico del Mosad. Se quejaron de que eran demasiado torpes, demasiado vulgares, como funcionarios de correos. A mí me pareció un cumplido”.

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