LECTURAS DEL HOLOCAUSTO – Fue el custodio del Zyklon B. El responsable de miles de muertes, muchas de sus propios vecinos. Capesius fue un farmaceútico en un pequeño pueblo húngaro; después un asesino en la órbita de Menguele; tras el Holocausto, un hombre sin culpa. “Un ejemplo claro de “la banalidad del mal” de la que hablaba Hannah Arendt”, nos dice Javier Fernández quien junto a Pedro Delgado comentan este libro en el que Dieter Schkesak trabajó 30 años.
Sin poner en duda “su valor documental” Delgado y Fernández nos trasladan el poco entusiasmo que ha suscitado el texto en la V edición del Club de Lecturas del Holocausto que proseguirá con La zona de interés de Martin Amis y Bajo una estrella cruel de Heda Margolius Kovály.
“Demasiado sensacionalismo” “mal escrito y mal traducido” “¿el trasunto del autor empatiza con Capesius?”, “Capesius en ningún momento se arrepiente” son algunos de los comentarios que nos dejan Pedro Delgado y Javier Fernández sobre este Capesius, el farmaceútico del mal que nos habla de la Shoá en los ojos del verdugo.