Capítulo 20: adiós Kasrílevke

EL ÍDISH HABLA POR SÍ MISMO – Reponemos una serie radiofónica de introducción al ídish con guión de Varda Fiszbein que Radio Sefarad produjo hace una decena de años bajo el título original “Ídish redt zij aleyn”.
¿Qué palabras aprendimos hoy?
Shver: suegro.
Fort guezunterheit!: viajad con salud. Del verbo forn, viajar; y guezunt, sustantivo que significa salud.
Hagóde: Libro en el que se narra la epopeya de la liberación de los judíos que fueron esclavos del faraón de Egipto, conducidos por Moisés. Los hechos se relatan también en el segundo libro del Pentateuco, el Éxodo. El texto contenido en la Hagóde se lee en la festividad de Pésaj, la Pascua judía. De la palabra hebrea Hagadá, en pronunciación ídish.
Peýsaj: Del hebreo Pésaj, Pascua judía.
Got tsu dánken: Gracias a Dios.
Kinder: Chicos, niños, modo afectuoso de dirigirse una persona mayor a otras más jóvenes.
Ómen: Del hebreo amén en pronunciación ídish.
Alevay: Que así sea, equivalente al español ojalá.

El ídish y su acervo cultural:
Alejandro II: Nació en Moscú en 1818 y murió en San Petersburgo en 1881, a consecuencia de un atentado. Fue coronado emperador, heredando a su padre, muerto en la Guerra de Crimea, en el año 1855. Importante renovador de la política y la sociedad del Imperio ruso, realizó las reformas necesarias para acabar con el régimen feudal imperante y sentar las bases del capitalismo. Entre otras medidas, abolió la servidumbre, el castigo físico, realizó una reforma judicial y del sistema educativo, así como impuso el servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos. Los numerosos judíos rusos o de los de países del entorno, que se habían ido anexando al Imperio zarista, como fue el caso de Polonia en 1794, se vieron favorablemente afectados por la política de este zar ilustrado.
ORT: Hasta las reformas del Zar Alejandro II, la gran mayoría de los judíos de la Europa del Este se veían obligados a residir en una zona de confinamiento, llamada de “residencia”, lo que conllevaba también la prohibición de vivir en grandes ciudades, ejercer ciertas profesiones o acceder a la universidad, salvo escasas excepciones. Debido a esas limitaciones, se ganaban la vida con el comercio a pequeña escala y el ejercicio de diversas artesanías, tratando con los señores feudales, los campesinos y sus propios correligionarios. Cuando Alejandro II modificó las condiciones sociales, no estaban capacitados para los nuevos tiempos en que nacían fábricas que necesitaban mano de obra y tampoco conocían las tareas agrícolas, cuando por fin podían adquirir o arrendar tierras de labor. El escritor y catedrático universitario de San Petersburgo Nikolai Bakst, nacido en 1842 y muerto en 1904, vio entonces la oportunidad de mejorar la suerte de los judíos, aprovechando la modernización del Imperio. Decidió crear una escuela de capacitación en labores agrícolas y enseñanza de oficios. Para ello solicitó que se implicaran en peticiones al Zar y realizaran importantes donaciones, varios empresarios judíos de ilustres familias. Así nació ORT, un establecimiento de enseñanza que formó a cientos de miles de jóvenes judíos. Más tarde, la misma se extendió a varios países europeos -entre ellos Suiza, en cuyo código civil se basó ORT para adquirir personalidad jurídica- como también se estableció en otros del continente americano. Las escuelas ORT existen actualmente, convertidas en modernos centros de enseñanza técnica y científica, donde siguen formándose numerosos estudiantes.
Huelga de hambre en el barco: Los europeos que, a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, emigraban a América y viajaban en la tercera clase de los barcos que hacían la travesía, a menudo recibían un trato vejatorio en comparación con los pasajeros que tenían mayores recursos. Una alimentación más pobre y no siempre en las mejores condiciones era una de las tantas formas que adquiría la diferencia con quienes viajaban en segunda y primera clase.

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