EL ÍDISH HABLA POR SÍ MISMO – Reponemos una serie radiofónica de introducción al ídish con guión de Varda Fiszbein que Radio Sefarad produjo hace una decena de años bajo el título original “ïdish redt zij aleyn”.
¿Qué palabras aprendimos hoy?
Jásene: boda. Del hebreo, jatuná en pronunciación ídish.
Bjor: primogénito. Del hebreo, bejor en pronunciación ídish.
Taierer: querido y también costoso, en su doble acepción de caro.
Vos herts zij: literalmente ¿Qué se oye o escucha? Frase hecha que en castellano equivale a ¿Qué tal? ¿Qué novedades hay?
Main guter fraind: literalmente mi buen amigo.
Sheitl: peluca.
Fartuj: delantal.
Kijalaj: tartitas, galletas.
Zeier ainguenem: muy grato, fórmula que se utiliza como presentación ante desconocidos. Equivalente al castellano mucho gusto, encantado.
Shteiguer: costumbre, modo, uso.
Raize: viaje.
Got: Dios.
Bashert: destinado.
Gas: calle.
A dank: Gracias.
Tzores: desgracias, penas, problemas, dificultades. Del hebreo tzarot en pronunciación ídish. En singular, tzore.
Vey iz mir: Ay de mí! Qué pena! Qué dolor!
Meshugue: loco, loca. Del hebreo meshugá en pronunciación ídish.
Briv: carta.
Schlimazl: gafe.
Guesheftn: negocios genéricamente; en singular guesheft. Pero también tienda al público.
Parnose: pan, fortuna o dinero que se consigue trabajando o por negocios. En hebreo parnasá, en pronunciación ídish.
Berze: Bolsa de valores.
El ídish y su acervo cultural:
Menajem Mendl, Sheine Scheindl: Este es un matrimonio de Kasrilevke que protagoniza una novela de estilo epistolar escrita por Sholem Aleijem. Las alusiones que se hacen a estos personajes literarios que conoce ficticiamente Moyshe Yosl, corresponden a datos de la obra. El largo viaje por diversas ciudades de Rusia de Menajem Mendl, sus inversiones en Bolsas europeas, sus grandes sueños y estrepitosos fracasos, así como la desesperación y las airadas respuestas a sus cartas de su esposa y sus pintorescas amenazas de contarle todo a su madre, mujer de armas tomar.
En cuanto a la mención a los insólitos encabezamientos de las cartas de ambos cónyuges, en efecto, estos son extremadamente divertidos, escritos en hebreo, excesivamente formales y llenos de florituras lingüísticas. La obra ha sido traducida a diversos idiomas, también al castellano.
Sheitl: El uso de pelucas era una costumbre entre las mujeres muy religiosas como muestra de recato, ya que se considera el cabello femenino natural como incitante erótico, de modo que hay que cubrirlo. Actualmente se mantiene su uso entre la ultra- ortodoxia