Carlos Alfonso Velásquez Romero: el oficial colombiano que no miró para otro lado
JUSTICIA JUSTICIA PERSEGUIRÁS, CON CARLO TOGNATO – El caso que nos trae Carlo Tognato en esta ocasión es el de Carlos Alfonso Velásquez Romero, oficial de artillería del ejército de Colombia. Cuando en los 90′ del siglo pasado el paramilitarismo llegó a establecer su control sobre muchos territorios del país sin que las fuerzas armadas hicieran mucho al respecto y en varios casos en coordinación con miembros de la misma fuerza pública, el mencionado oficial decidió no mirar para el otro lado y sacrificó su carrera militar para proteger a la población civil frente al terror paramilitar y para defender el ideal de unas fuerzas armadas al servicio de sus ciudadanos. Después de comandar el bloque de búsqueda en contra del Cartel de Cali y lograr éxitos fundamentales que contribuirían sucesivamente el desmonte del mismo, en 1994 fue enviado al Urabá antioqueño como segundo comandante de la Brigada 17 del ejército. En diciembre de 1995 la comandancia pasó a manos del brigadier general Rito Alejo del Río, y Velásquez percibió que el nuevo comandante perseguía a las tropas de las FARC en la zona, pero no a los grupos paramilitares. Durante cinco meses Velásquez reunió las evidencias de esa situación de colaboración con las fuerzas paramilitares y preparó un informe en mayo de 1996 para al entonces comandante del ejército, general Harold Bedoya. En respuesta a su informe, se abrió una investigación disciplinaria en contra de Velásquez. Finalmente, fue llamado a calificar servicios, por lo cual Velásquez decidió compartir sus pruebas con los medios de comunicación. Gracias a sus denuncias y a su testimonio, en 2012 el general Rito Alejo del Río fue condenado a 25 años de prisión por el asesinato de un campesino en 1997 en una operación llevada a cabo por el ejército con el acompañamiento de paramilitares. Desde su salida del ejército, Velásquez trabajó como catedrático y columnista. Las atrocidades son posibles porque hay quienes las cumplen y porque hay otros que dejan que se cumplan. Velásquez intentó atravesarse en el camino del horror de los paramilitares.