“Cartas a mi padre”: Federico Lechner solo frente al piano y los recuerdos

PONLE NOTAS – Hace año y medio hablamos con Federico Lechner acerca de su nuevo (entonces) proyecto discográfico titulado Cartas a mi padre, del que apenas escuchamos una muestra. Ya saben que la mente tiene formas inaprensibles de asociar pensamientos. Esta semana se estrena en el Teatro Real de Madrid la ópera infantil Brundibar, compuesta dos veces por el checo Hans Krasa ya que había sido confinado en el campo de concentración de Terezin sin poder llevarse la partitura con él. Y allí se representó decenas de veces hasta que sus autores y la mayoría de sus intérpretes infantiles fueran deportados y asesinados en Auschwitz. El padre al que compone sus cartas sonoras de Federico fue un niño checo que tuvo la fortuna de salvarse gracias a uno de los KIndertransport que organizó un empleado de banca inglés llamado Nicholas Winton. Y hoy, su nieta canta en el coro de niños que participa en la producción de esta ópera en Madrid, aunque siendo de las pequeñas no subirá todavía al escenario. Federico tiene dos hermanas, ambas también pianistas consagradas, a las que esperamos algún día poder reunir en el estudio de Radio Sefarad para hablar de si el talento se hereda o se cría.

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