Centenario de Bernstein (II): la Inconclusa de Schubert con el Concertgebouw

MÚSICA CLÁSICA – La semana pasada comenzamos este ciclo en honor del prolífico y multifacético músico, director, compositor, pianista, musicólogo y divulgador Leonard Bernstein, de cuyo nacimiento se cumplirán cien años el próximo 25 de agosto. El que se convertiría en el primer director de orquesta estadounidense de fama mundial, llegó al mundo en una familia judía de Massachussetts, procedente de Ucrania. Aunque su abuela insistió en que se llamara Louis, sus padres siempre le llamaron Leonard, y a los 16 años se cambió oficialmente de nombre. A su padre, comerciante, al principio no le gustaba el interés de su hijo por la música, aunque lo llevaba a muchos conciertos, quedando impresionado por el piano, que quiso estudiar. Aunque su padre, Sam, rechazó pagarle esas lecciones, el joven logró financiarlas dando él mismo clases a otros. Y, dado que serán muchas las semanas que dediquemos a glosar su figura, lo dejamos aquí por ahora y nos centraremos en describir la obra: la Octava Sinfonía de Franz Schubert, con número de catálogo D759, popularmente conocida como la Inacabada o Inconclusa porque, a diferencia del esquema habitual en la época, consta únicamente de dos movimientos: Allegro moderato y Andante con moto, compuesta en 1822, pero descubierta varios años después de la muerte de su autor. La oiremos en una grabación de 1987, tres años antes de la muerte de Bernstein, al frente de la orquesta del Concertegebouw de Ámsterdam.

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