POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – El de Lodz fue el gueto que más duró, nos recuerda Elzbieta –“el 8 de febrero se cumplieron 84 años de su creación” y en él “reinó” el presidente del Judenrat Chaim Rumkowski, un personaje “tan polémico como interesante”.
Este “injusto” (inevitable recordar la película de Lanzmann) gobernó con mano de hierro el gheto de Lodz, queriendo verse como “el gran padre” de la población, a la que se dirigió en personalísimos bandos (426, muy valiosos como “crónica” del gueto, apunta Elzbieta B., una historia también bien documentada en el archivo Ringelblum) y para quien la “salvación” se lograría a través del trabajo para los alemanes.
La estrategia de Rumkowski, -quien “emitió su propio dinero, sus sellos y se desplazaba en una especie de carroza…tirada por un asno”- “funcionó” hasta 1942. Los alemanes ordenaron la deportación de todos los niños menores de 10 años, todos los ancianos mayores de 65 y los enfermos; Chaim Rumkowski se dirigió a los habitantes del gueto el 4 de septiembre en uno de los discursos más infames de la Shoá;
Un terrible golpe ha sido asestado al gueto. Ellos [los nazis] nos están pidiendo que entreguemos lo mejor que tenemos – los niños y los ancianos. Yo no fui merecedor de tener un niño que fuera mío, así que le di los mejores años de mí vida a los niños. He vivido y respirado con los niños. Nunca imaginé ser forzado a entregar este sacrificio al altar con mis propias manos. En mí vejez debo estirar mis manos y rogar: ¡Hermanos y hermanas! Padres y madres: ¡Denme a sus niños!
200.000 personas fueron prisioneras en el gueto de Lodz, sólo 7. 000 se salvaron, nos recuerda Elzbieta Bortkiewicz. Rumkowski también fue gaseado en Auschwitz.
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