FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – La influencia de China en Medio Oriente está evolucionando en medio de la dinámica regional entre Deng Xiaoping y Xi Jinping, y la política exterior de China está creciendo en todas partes, incluso en Medio Oriente. Aunque, pese a lo mencionado anteriormente, es esencial e importante marcar las diferencias entre las políticas exteriores de ambos a nivel global, desarrollar la política de cada uno con la región estudiada y posteriormente plantear las distintas dinámicas y evoluciones planteadas en los últimos años.
Diferencias entre la política exterior de Deng Xiaoping y Xi Jinping.
- Mientras que Deng Xiaoping se centró en las reformas económicas y la apertura al mundo, Xi Jinping buscó aumentar la influencia política y militar de China en el escenario internacional.
- Deng Xiaoping adoptó una política de bajo perfil para evitar conflictos con otras potencias, Xi Jinping adoptó una postura más dura y provocativa frente a los desafíos a la soberanía y los intereses de China.
- Deng Xiaoping abogó por el principio de un país, dos sistemas para unificar Hong Kong y Taiwán, mientras que Xi Jinping ha adoptado una postura de línea dura sobre los territorios, amenazando con usar la fuerza si es necesario.
Algunas similitudes en la política de ambos líderes son:
- Lograr el objetivo de recuperar las tierras que China reclamaba como propias (Hong Kong, Taiwán, etc.) y convertirse en una potencia internacional.
- Mantener el control del Partido Comunista sobre la sociedad y la política, consolidando su poder personal dentro del partido.
- La defensa del papel de China como actor responsable y cooperativo en la comunidad internacional y con una visión común de desarrollo de los países basada en el respeto mutuo y la no injerencia.
Mientras tanto, ambos tuvieron sus propias dinámicas con respecto a la región del Medio Oriente, lo cual para efectos de la columna es importante tenerlo presente.
La política exterior de Deng Xiaoping en Oriente Medio
- Mantener una postura de no injerencia y no injerencia en los asuntos internos de otros países.
- Buscar la cooperación económica y comercial con los países de la región, especialmente en el campo energético.
- Apoyo a la causa palestina ya la autodeterminación del pueblo árabe.
- Evitar la confrontación directa con los EE. UU. y sus aliados, pero también manténgase alejado de la Unión Soviética.
- Promover el diálogo y la resolución pacífica de conflictos regionales, como la guerra Irán – Irak o la invasión soviética de Afganistán.
Xi Jinping reformó esta política de la siguiente manera.
- Ha aumentado la presencia e influencia de China en la región, aprovechando el vacío de poder dejado por EE. UU. para presentarse como un mediador creíble y genuino entre naciones en conflicto. Acuerdo con Irán y ahora con Arabia Saudita también, lo mismo que relaciones con Israel.
- Apoyar la iniciativa One Belt One Road (OBOR), un ambicioso proyecto de infraestructura y conectividad para integrar a China con países de Oriente Medio y más allá a través de corredores económicos terrestres y marítimos.
- Propuso construir una “comunidad de destino” entre China y los países del Medio Oriente basada en el respeto mutuo, la cooperación práctica y el beneficio mutuo.
- Fortalecer las relaciones bilaterales con algunos de los países más grandes de la región, como Irán, Arabia Saudita o Israel, que quieren equilibrar sus intereses y diversificar las fuentes de energía.
- Adoptar una postura más activa y firme en temas de seguridad regional e internacional y respetar los principios de soberanía, no injerencia y solución pacífica de controversias.
China no es más un observador de la política exterior, tiene una dinámica muy fuerte y busca tomar una posición mucho más de peso en el concierto de las naciones a través de su diplomacia económica y el uso de otras herramientas que le permita cada vez más ubicarse en un lugar de privilegio a nivel global.