KOΣMOS ISRAELÍ TIERRA SANTA Y MÁS ALLÁ CON ÁNGELA MARÍA ARBELÁEZ – La Embajada de Colombia en Israel celebra su día nacional. Para conmemorar los 205 años del grito de Independencia, realizó un concierto con entrada libre para la comunidad colombiana e internacional residente en Israel. La cinemateca de Tel Aviv recibió a más de 350 amantes de la música, que disfrutaron durante una hora y media, ritmos y melodías de esta nación. Radio Sefarad estuvo presente y hablo con los protagonistas de la noche. En el marco de promoción de Colombia en el Exterior, a Israel llegó Andrés Villamil, reconocido guitarrista quien con el apoyo de la Cancillería, mostró a los melómanos en Israel, la riqueza, variedad y belleza de la música colombiana. “En mi recital interpretare música del interior y la región andina colombiana. Una pequeña muestra de nuestros ritmos. Tengo muchas expectativas”, afirmó Villamil. La audiencia inundó la sala de aplausos y entusiasmo al escuchar su magistral interpretación de obras de Clemente Díaz como Recuerdos payaneses, o de Jose A. Morales y su vals Pueblito viejo.
Por su parte la Embajada de Colombia y su Agregaduría Cultural en Israel, queriendo apoyar a los jóvenes talentos nacionales, invitaron a María Francisca Rocca A., estudiante de violín de la Academia de Música y Danza de Jerusalén. Rocca logró ovaciones del público al interpretar acompañada en el piano de Irina Zheleznova, tres piezas de mucho arraigo: El Pereirano de Camilo Bedoya, Feria de Manizales de J.M. Asíns y Mi Buenaventura de Petronio Álvarez. Y es que escuchar “voces de nuestra patria, estando tan lejos, es muy emocionante”, nos decía una de las asistentes.
Este tipo de actividades afianza las relaciones con importantes instituciones en Israel, y a la vez estrechan el vínculo con los connacionales. “Colombia es una país rico y variado en sus expresiones artísticas y una nación que se enorgullece de todos sus valores”, dijo Fernando Alzate Donoso, Embajador de Colombia en Israel. La independencia fue el proceso histórico que permitió la emancipación de Colombia del imperio español, dando fin al período colonial. Se celebra cada 20 de julio. [ESP]
KOΣMOS Israelí, Tierra Santa y Radio Sefarad continúan su recorrido por la amplia y rica geografía de Israel. Gracias a la invitación del área de cultura de la Oficina de Prensa del gobierno )GPO), visitamos Beersheva y nos encontramos con los hombre del desierto: los beduinos. Imagínense escenas como ésta: un asentamiento beduino, con una gran tienda abierta en su lado oriental; sobre el suelo una multitud de coloridas alfombras en tonos rojos y vistosos almohadones esparcidos. En una esquina arde una pequeña fogata, y en el finjan, la típica cafetera beduina, se calienta el aromático café sobre las brasas. Paisajes desérticos, temperaturas de 35º. Si bien es cierto que no vimos a los tradicionales pastores beduinos ni camellos, sí fuimos recibidos por un tímido jovencito beduino, quien posando nos mostró sus habilidades artesanales. Luego el guía nos invitó al campamento, y en las tiendas nos ofreció el pan tan fino como un pañuelo, llamado pita, tahini (pasta de sésamo) y magluba (una mezcla de pollo con arroz y patatas). Servidos sobre una amplia fuente metálica; nosotros a su alrededor sentados sobre grandes cojines, nos deleitamos con los sabores del desierto. Al final disfrutamos de un delicioso café caliente y té de hierbas. La hospitalidad de este pueblo es una realidad. Al fin de cuentas sobre estos valores se basa la cultura beduina: hospitalidad en primer lugar y luego todo lo demás. Los beduinos son tribus nómadas que viven en los desiertos. En el pasado, estas tribus se desplazaban con sus rebaños en busca de alimentos y agua. Esta tendencia ha cambiado en la actualidad y una gran parte de beduinos de Israel y Jordania viven en localidades urbanas permanentes, con una minoría que aún mora en los campamentos como otrora, a veces en condiciones precarias. Dejando atrás los sonidos maravillosos del mortero, seguimos nuestro recorrido de la mano de nuestro guía Ibrahim, en el Museo de la Cultura Beduina, allí donde el legado de los hombre del desierto encontró un hogar permanente… para preservar su cultura. El Museo de la Cultura Beduina, del Centro Joe Alon, se encuentra en el corazón del bosque Lahav, en el Néguev, y es el único museo beduino del mundo. Existe desde 1985. Su objetivo es el de preservar la cultura de las tribus beduinas de la región del Néguev y del Sinaí. Es un hecho que a la par de la modernización y cambio en su estilo de vida están perdiéndose muchas de sus tradiciones. Lo más notorio es el abandono de la carpa por una casa en la ciudad. El museo preserva los testimonios de su cultura. En sus salas se exhiben de manera simple reproducciones de carpas beduinas, fotografías, bellísimos tejidos en telar, vasijas, armas, redes de pesca (de los beduinos de la costa del Sinaí),amuletos, colgantes e instrumentos musicales. Lleva el nombre del coronel Joe Alon, uno de los primeros pilotos de la Fuerza Aérea Israelí. ]ESP[[ENG]
Escuchan:
Pueblito Viejo, de José A.Morales, con el guitarrista Andrés Villamil.
Feria de Manizales, de J.M.Asíns. Interpretan, Irina Zheleznova, en piano y María Francisca Rocca A. en violín.
‘Ibnattan ‘Arabiyattan (Jóven arabe)”, música beduina del sur del Sinai – Fuente: Youtube
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