Colonialismo e imperialismo en el Oriente (3ª parte): judíos en la Ruta de la Seda

MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – Una larga historia de cinco mil años nos enseña que China se ha adaptado a su geografía única mediante la construcción de un estado centralizado con los recursos para controlar sus inundaciones y regar sus fértiles llanuras. Solo un estado centralizado podría disponer y dominar la mano de obra necesaria para luchar con los ríos rebeldes y el clima incierto del país. El modelo político de China, desde la legendaria dinastía Xia hasta la dinastía Qin de registro histórico y más allá, se fundó sobre una enorme infraestructura ribereña que era la verdadera maravilla del mundo antiguo, en comparación con la cual los canales de riego de Egipto y Mesopotamia parecen un juego de niños en un arenero.

La historia de la Ruta de la Seda también se remonta a tiempos muy lejanos. Para el tema que nos ocupa es extremadamente importante porque estuvo relacionada con la historia de los mercaderes judíos que recorrieron desiertos y mares para llevar a cabo sus transacciones comerciales. Aun su vida personal y familiar estuvo relacionada con esta ruta porque muchas ciudades y aldeas donde se establecieron están situadas a la vera de ruta. Desde los tiempos de la dinastía Shang en adelante (1600-1046 a.n.e.) hasta el Renacimiento, las civilizaciones más avanzadas y poderosas del mundo se concentraron generalmente alrededor del Mediterráneo y de las cuencas de los ríos Amarillo y Yangtzé. Para comerciar, los productos tenían que pasar por las cadenas montañosas más altas del mundo, algunas de las extensiones de desierto más extensas y difíciles de atravesar, grandes distancias y asaltantes merodeadores que atacaban a los viajeros en el medio. Los productos se transportaron desde China por tierra a las ciudades portuarias del Mediterráneo como Constantinopla y Atenas, y luego eran transferidos a barcos para su posterior transporte a Venecia, Roma y otras ciudades de Europa. En el punto más lejano, las rutas de la Ruta de la Seda se extendían unos 7.000 kilómetros desde Chang’an y Xi’an hasta Atenas y Constantinopla. Esta fue la ruta comercial terrestre más importante y más larga de la historia mundial. Durante la era de la dinastía Han, hubo otros dos grandes imperios contemporáneos en Occidente. Estos fueron el Imperio Parto en Asia Central y Occidental y el Imperio Romano en Europa y alrededor del Mediterráneo. Juntos, estos tres imperios abarcaron la mayor parte de Eurasia y protegieron el comercio de la Ruta de la Seda. Y esta historia continúa…

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