UNA MIRADA A LA HISTORIA – El 3 de septiembre se cumplen 180 años de la muerte de un singular personaje, Daniel Mendoza. Judío, sefardí de origen portugués y pobre, se crió a finales del siglo XVIII en el East End de Londres donde más de una vez tuvo que usar sus puños para defenderse de los antisemitas. Ese don se convirtió en su bendición y perdición, trayéndole fama y fortuna, que gastaba a un ritmo aún mayor que el de entrada. Se le recuerda no sólo por sus logros deportivos, sino principalmente por la aplicación de un enfoque científico al boxeo que acabó convirtiéndolo de violencia calejera y actividad de apuestas en un deporte