De un 12 a un 18 de junio en la historia de los sefardíes…

EFEMÉRIDES SEFARDÍES, DESDE EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOS MOISÉS DE LEÓN – (Más información en Sefardies.es)
El miércoles día 12 de junio de 1720, nace probablemente en Portugal, Isaac Pinto (en la imagen). Miembro de la Congregación Shearith Israel de la ciudad de Nueva York / EE.UU., es recordado principalmente por haber preparado el que probablemente es el más antiguo libro de oraciones judías publicado en Estados Unidos, y, ciertamente, la primera obra de su tipo impresa en Nueva York. El trabajo apareció en el año 1766, y la portada es la siguiente: “Oraciones para el sábado, Rosh Hashaná y Yom, o el sábado, el comienzo del año, y el Día de la Expiación, con la Amidá de Musaf, y de la Moadim o Estaciones solemnes, de acuerdo con la Orden de los Judios español y portugués. Traducido por Isaac Pinto y para él impreso por John Holt en Nueva York”. Pinto fue el amigo y corresponsal de Ezra Stiles, presidente de la universidad de Yale, que en fecha tan tardía como 1790 lo menciona en su diario como “un Judio de Nueva York”. Trabajó como uno de los primeros traductores oficiales contratados por el gobierno de Estados Unidos en el año 1781, desarrollando su labor en el Departamento de Relaciones Exteriores, el predecesor del moderno Departamento de Estado. Falleció a los 70 años de edad, el lunes día 17 de enero de 1791.

El día 13 de junio de 1971 tiene lugar la inauguración del Museo Sefardí de Toledo (Castilla-La Mancha / España), una institución única y sorprendente para la España de entonces. Con sede en el edificio que por entonces pertenecía al Convento de Caballeros de Calatrava. Mandada construir en 1357 por Samuel ha-Levi Abulafia (almojarife en la corte de Pedro I, rey de Castilla).

El día 14 de junio de 1672, Don Alonso Enríquez de Guzmán y de Orozco, conocido como Fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga / España, informaba al Inquisidor General de España, Don Diego Sarmiento de Valladares, que los regidores de esta ciudad le habían avisado, de que algunos conversos “hebreos”, se ausentaron para Ámsterdam / Holanda, y Livorno / Italia; y le remitía una “Propuesta de la Ciudad de Málaga”, donde hace referencia que desde hace cuatro años hasta esa fecha más de 500 familias de conversos habían salido, y que en la última semana lo hicieron unas 40 familias.

El día 15 de junio de 1454, Juan II, rey de Castilla, dirige una carta a los concejos del reino de Murcia (España), donde manifiesta que a través de las aljamas de Murcia y Lorca ha tenido noticia, que cierto número de judíos habían sido asaltados, secuestrados sus bienes y vendidos con rescate, como si fueran moros en tiempo de guerra, por parte de las facciones del adelantado del reino de Murcia, Pedro Fajardo y el alcaide de Lorca, Alfonso Fajardo, ordena el monarca la reparación de tales daños, la persecución de sus autores, y toma bajo su amparo y seguro dichos judíos, anunciando severos castigos, para los que obren contra su mandamiento.

El 16 de junio de 1492, el rey de España, Fernando de Aragón, que reina también en la isla de Sicilia, publica que todos los judíos deben abandonar la isla en tres meses bajo pena de muerte. El plazo fijado por el edicto es prorrogado después de que los judíos pagaran una colosal cantidad al rey de España.

El día 17 de junio de 1718, en un auto de fe celebrado en Coimbra (Portugal), 60 “judaizantes” son condenados a penas de prisión o a la cárcel. Dos de ellos, Manuel Rodríguez de Carvalho e Isabelle Mendes, son acusados de profanación de “hostias”, asesinados a garrotazos y quemados en la hoguera.

El día 18 de junio de 1239, el Papa Gregorio IX, remite a Fernando II, rey de Castilla y León / España, una “Bula” (Decreto papal), para que incaute a los judíos de España, el libro del Talmud. Un ejemplar de la misma, en manuscrito en pergamino, se conserva en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid, y procede el Archivo de la Catedral de Toledo. Esta Bula tiene la base en los rumores que llegan a la Santa Sede sobre los judíos españoles, que utilizan el Talmud “en el que [según los cuales] se contienen tantos abusos y cosas nefandas, que no puden oírse ni contarse sin horror y vergüenza”, solicitando del rey, que “en el primer sábado de la próxima Cuaresma (1240) cuando los judíos acudan a la Sinagoga sean requisados todos los libros de los judíos del Reino y entregados a las órdenes de dominicos y franciscanos, para que sean conservados por ellos”. El rey Fernando III no llegó a cumplir el mandato de esta bula, que tampoco apoyaba el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada.

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