De un 26 de febrero a un 4 de marzo en la historia de los sefardíes…

EFEMÉRIDES SEFARDÍES, DESDE EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOS MOISÉS DE LEÓN – (Más información en Sefardies.es).
El día 26 de febrero de 1498, el judío de Tudela (Navarra / España) (en la imagen, el rey navarro Teobaldo I media con los judíos), Salomon Bendehut, expide un albarán, por el cual reconoce haber recibido del concejo de Cintruénigo (Navarra), la cantidad de ochenta florines de oro que derivaban de cierta sentencia arbitral a propósito del arrendamiento de unas tablas en dicha villa.

El día 27 de febrero de 1411, apenas terminados los sermones del predicador dominico Vicente Ferrer, comparecen ante el concejo de la ciudad de Murcia (España), varios rabinos, convertidos al cristianismo, a suplicar una ayuda para habitar y mantenerse entre los cristianos. El concejo indica a su jurado clavario Macian Coque que les alquile unas casas donde moren, y a más a cada uno le entregue diez varas de paño cárdeno.

El día 28 de febrero de 1492, el rey Fernando II de Aragón “el católico”, garantizaba los préstamos de la aljama de Zaragoza (Aragón / España), curiosa garantía, cuando ya tenían redactado el decreto de expulsión, que fue publicado el siguiente 29 de abril.

El día 1 de marzo de 1322, y presidido por el legado pontificio, se celebró un concilio en Valladolid (Castilla y León / España), que concluyó el 2 de agosto siguiente, y en el que adoptaron varios acuerdos en el sentido de que los judíos no debían entrar en las iglesias ni los cristianos asistir a bodas o entierros de judíos y moros; tampoco era conveniente que los cristianos acudiesen a los servicios de médicos y boticarios judíos. No faltaba desde luego el tema del pueblo deicida: se invitaba a los fieles a rezar por los pérfidos judíos, se ordena a los obispos que utilicen las penas eclesiásticas para obligar a los cristianos a no acudir a los médicos judíos o mudéjares. Y se reincide en la idea de excluir a los judíos del arriendo o recaudación de los tributos públicos, de forma semejante a los acuerdos del sínodo de Zamora de 1312.

El día 2 de marzo de 1476, el concejo de la ciudad de Murcia (España) significa al alcalde de los judíos que no tome parte en las divergencias sobre el tinte de los paños, pues caía dentro de la competencia de jueces y ejecutores.

En el año 1382, el arzobispo de Sevilla (Andalucía / España), Fernando Álvarez de Albornoz, había llamado la atención de Juan I de Castilla sobre los desmanes oratorios del sacerdote Ferrand Martínez. Éste no hizo caso de las órdenes del rey; al contrario, empezó a desplazarse rodeado de un pequeño grupo de hombres resueltos. El rey mediante albalá de 3 de marzo de 1382 le hacía saber “… que nuestra voluntad e merced es que los dichos judíos sean guardados e defendidos e mantenidos como cosa nuestra e de nuestra camara”. Tampoco se arredró ante dos nuevas advertencias del rey, en 1388, redactadas, a decir verdad, en una forma imprudente: era conveniente no maltratar a los judíos “aunque son malos y perversos”, y añadía Juan I: “si buen cristiano queredes ser, que lo seades, en vuestra casa, mas que no andades corriendo con nuestros judíos de esta guisa”.

El día 4 de marzo de 1943, la mayoría de los judíos que viven en Comotini (capital de la Macedonia Oriental y la Tracia), y de la prefectura de Ródope / Grecia), fueron arrestados y transportados en 20 vagones abiertos, al tristemente célebre campo de tránsito de Dupnitsa / Bulgaria, y luego enviados a Lom en barco, por el Danubio. Los judíos de Comotini y Kavala, fueron fusilados por los búlgaros y los alemanes, mientras que otros tres barcos, llegaron a Viena y desde allí enviados a Treblinka, donde fueron gaseados a su llegada. Los búlgaros confiscaron todas las propiedades y posesiones de los judíos.

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