EFEMÉRIDES SEFARDÍES, DESDE EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIOS MOISÉS DE LEÓN – (Más información en Sefardies.es).
El día 29 de octubre de 1486, Abdías ben Abraham de Bertinoro, que había servido como rabino en Bertinoro y Castello, abandonó Italia, e inició el viaje que lo llevaría a Jerusalén dos años después. Fue estudiante con Joseph Colon Trabotto, y autor de un comentario sobre la Mishná.
El día 30 de octubre de 1351, se reúnen las Cortes en Valladolid (Castilla y León / España), siendo Pedro I el Cruel, rey de Castilla y León (1350 – 1369), muy joven, y la figura clave de la Corte Juan Alfonso de Alburquerque. A solicitud del tercer estado (pueblo llano) de que se hiciera efectiva la medida acordada en las Cortes de Alcalá de Henares de prohibir a los judíos la usura, Pedro I respondió con evasivas, limitándose a decir que actuaría “como fallare que es mio servicio e pro de la tierra”, añadiendo que los judíos “son astragados e proves por non cobrar sus debdas fasta aquí”. Sobre las deudas contraídas por cristianos con los judíos se establece que no tuvieran valor una vez pasados 6 años. Igualmente se indica que existen una serie de ciudades y villas del reino, donde los judíos habían llegado a un acuerdo con los prelados para vivir en barrios apartados y cerrados, las cortes se reafirman en tal avenencia y modo de vivir. Se prohíbe que los judíos vistan prendas lujosas, paños “viados o con adobo de oro y plata” bajo pena de perderlos por la primera vez, la segunda además se les añaden 60 días de cárcel y por la tercera vez recibirían 100 azotes. Se reduce la libertad de los judíos, ya que si bien tendrán un alcalde ordinario para sus pleitos, no podrán hacerles regalos y deben aguardar un plazo de seis meses para que los cristianos les paguen sus deudas.
El día 31 de octubre de 1497, se concreta la expulsión de los judíos de Portugal después de que el rey les diera un plazo para convertirse al cristianismo. Existieron poblaciones judías en Portugal antes de que se estableciera como país, en la época romana o incluso antes. Con la caída del Imperio Romano, los judíos fueron perseguidos por los visigodos y otros reinos cristianos europeos que controlaban la zona por aquel entonces. En el año 711, la invasión musulmana a la Península Ibérica fue interpretada por los judíos como una liberación y marcó el inicio de lo que se conoce como “la época dorada de la cultura judía en la Península Ibérica”. Los cristianos se aprovechaban de los judíos, puesto que muchos sabían hablar árabe, para que ejerciesen como diplomados y como espías en una campaña que duró siglos. Esto les garantizó algo de respeto, aunque siempre salían perjudicados.
Mediante la bula Exigit sinceras decotionis affectus, emitida el día 1 de noviembre de 1478, por el papa Sixto IV (1471 – 1484), queda constituida la Inquisición en la Corona Castilla (España), y en principio, los monarcas recibieron autoridad para llevar a cabo el nombramiento de los inquisidores. No sería hasta 1480 cuanto el tribunal daría comienzo a sus actuaciones.
El día 2 de noviembre de 1917 se promulga por el gobierno británico la “Declaración Balfour” (en la imagen), en la que el Reino Unido se declara favorable a la creación de “un hogar nacional judío” en el Mandato Británico de Palestina / Eretz Israel.
El día 3 de noviembre de 1282, el infante Alfonso, lugarteniente por ausencia de Pedro III el Grande, rey de la Corona de Aragón (1276 – 1285), para hacer frente a una difícil situación, se vio obligado a pedir a las aljamas judías de los tres reinos una ayuda pecuniaria por un importe total de 200.000 sueldos barceloneses. La aljama de Barcelona (Catalunya / España), según parecen sugerir los documentos, pretendía obligar a la de Monzón (Huesca – Aragón / España) a contribuir en alguna forma no corriente (indebite). Ante ello, el Consejo del Infante mandó expedir una carta a los judíos barceloneses, el 4 de enero de 1283, en la que ordenaba no forzaran a los de Monzón a pagar en dicha forma.
El día 4 de noviembre de 1945, estallan disturbios antijudíos en siete ciudades de Libia. Duraron cuatro días, durante los cuales fueron quemadas diez sinagogas, y asaltadas y saqueadas casas y negocios judíos.