“Dolly City”, de Orly Castel-Bloom

OT: LETRAS ISRAELÍES, CON ANA BEJARANO – Postmodernidad, el texto por el texto ¿no? Pues ahí van las claves de lectura de Dolly city que nos ofrece nuestra experta acerca de Orly Castel-Bloom -de origen egipcio, aclamada en Israel- y su novela, uno de los libros más importantes de la literatura israelí. Y es punk. Y está escrita como en estado de demencia:
Reelaboración artística de la realidad. Es poética. Dolly City es Tel Aviv y no es Tel Aviv. La madre judía llevada al paroxismo. Lleva a su hijo cosido a la espalda. Escritora como personaje. Catarsis maternal. Desacralización del Holocausto. Sociedad desquiciada. Etc, etc. Antidepresivos y ansiolíticos. Prescripción: leerla absolutamente. Un consejo: hacerlo en pequeñas dosis.

La doctora Dolly vive en Dolly City, que está algo así como en Israel. En Dolly City todos los trenes llevan a Dachau, pero no a esa Dachau, sino a un monumento que se llama igual. En el edificio de cuatrocientas plantas donde vive, Dolly tiene un laboratorio de experimentación. Entre ratas, conejos y la camilla en la que tortura al antiguo jefe de su padre, Dolly acoge a un bebé. La compasión da paso a la obsesión, la obsesión de la doctora es quirúrgica, y lo que persiste en este libro es la duda: acaso maternidad y locura sean necesariamente lo mismo. Y para ello tal vez ni haga falta ser una madre judía.

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