MUJERES EN EL HOLOCAUSTO: ÁNGELES Y DEMONIOS, CON ROSA DUQUE – En esta entrega analizamos otro diabólico perfil de los que ponen la piel de gallina por su demostración de falta total de humanidad. Les hablamos de Dorothea Binz, también conocida como “la guardiana de Ravensbrück” o “la Binz”.
Dorothea fue una joven alemana que, obnubilada por la entonces tentadora y prometedora estela del nazismo, decidió introducirse en el oscuro mundo de las SS a través de la cocina, ocupación a la que se dedicó antes de formar parte del equipo de trabajo del campo de concentración femenino de Ravensbrück.
En aquella universidad del terror, Binz fue instruida por toda una especialista en crueldad y violencia, nuestra ya conocida María Mandel, quien pronto se convertiría en toda una referencia para Binz, quien vería en su mentora la figura ideal para inspirarse en el mal.
Ambas, no mucho después de conocerse, iban a formar el tándem perfecto en cuanto a atrocidad y sadismo se refiere, aplicándolo, incluso mano a mano, en el temido búnker de castigo que existía en el campo de concentración en el que ambas vivían. Sin embargo, como no hay dos sin tres, meses más tarde se incorporaría a aquella despiadada plantilla otra vieja conocida para nosotros, Irma Grese, quién, a su vez, se iba a convertir en alumna de la ahora veterana Dorothea Binz.
Hay infinidad de testimonios de presas sobrevivientes del “Puente de los Cuervos” que dibujan la aterradora personalidad de Binz, catalogándola como un verdadero demonio en la tierra capaz de maltratar, humillar, torturar o despedazar a cualquiera, así como de no temblarle el pulso a la hora de flagelar con su látigo hasta la muerte a cualquier presa o de lanzar a sus perros hacia sus indefensas víctimas, las cuales, en su gran mayoría, eran mujeres y niños. Una maquiavélica personalidad que contrasta con leves vestigios de compasión que pueden observarse en algunas acciones y sucesos protagonizados por “la guardiana de Ravensbrück”.
Dorothea Binz, – cuyas atrocidades iban a acabar con la vida de aproximadamente unas 100.000 víctimas, en su mayoría mujeres y niños- al igual que Mandel y Grese, sería condenada a muerte en 1945, falleciendo, con 27 años, en la misma horca donde poco antes lo haría la que fuese su propia alumna, Irma Grese.
Como siempre, les dejamos material adicional por si quieren profundizar en la vida de Dorothea Binz. En este caso, les proponemos dos libros, uno en castellano y otro en inglés.
Recursos adicionales:
Libro: Helm, S., & Lewis, C. (2017). Ravensbruck: Life and Death in Hitler’s Concentration Camp for Women (Unabridged ed.). Tantor Audio.
Libro: Mónica G. Álvarez. (2012). Guardianas nazis: el lado femenino del del mal. Edaf.