Dos de febrero: día del violín judío (natalicio de Fritz Kreisler y Jascha Heifetz)
MÚSICA CLÁSICA – Tal como se instituyó el 23 de abril como Día del Libro por “casi” coincidir la muerte en 1616 de Shakespeare, Cervantes y Garcilaso de la Vega, desde Radio Sefarad venimos desde hace años proponiendo el 2 de febrero como Día del Violín (o, al menos, del Violín Judío), en homenaje a dos de los más grandes intérpretes de ese instrumento que nacieron en esta fecha, con 26 años de diferencia. Fritz Kreisler lo hizo en 1875 en Viena, muriendo en 1962 en Nueva York, mientras que Jascha Heifetz nació en Vilnius en 1901 y murió (prácticamente a la misma edad que el anterior) en otra gran ciudad estadounidense, Los Ángeles, en 1987.
Kreisler era idolatrado por la increíble belleza de su timbre, de características únicas, así como por su intenso y expresivo vibrato, su uso del portamento, la elegancia y naturalidad de su legato y su perfecta articulación, características todas que conferían a su arte un sello inconfundible. Heifetz, por el contrario, contaba con una técnica inmaculada que, unida a su belleza tonal, hace que muchos violinistas sigan considerándolo un violinista de facultades inalcanzables. No obstante, era corriente que esta técnica cercana a la perfección y su conducta conservadora en el escenario atrajeron algunas críticas que lo acusaban de ser demasiado mecánico e incluso frío. Dos caras opuestas que, sin embargo, se admiraban mutuamente y coincidieron en algunas ocasiones. Dos violinistas que merecen ser recordados por separado y juntos como símbolo del apego de los judíos al alma que encierra su caja de madera y cuerdas.
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