Dos fotógrafos, uno nazi y otro judío en el Gueto de Łódź, con Mirta Kupferminc
SHOA AHORA – El artista (en la imagen) Mendel Grossman, tomó fotos con su Leica -oficiales por mandato de los nazis… y clandestinas- en el gueto de Łódź. También lo hizo el nazi Walter Genewein, el contable del gueto. La artista multidisciplinar Mirta Kupferminc, hija de sobrevivientes de la Shoá, ha enfrentado sus miradas de víctima y verdugo superponiendo una de estas imágenes en su proyecto, en su libro de artista, Testimonio para el testigo.
El gueto de Łódź,- el mismo en el que estuvo internado Aron Kupferminc, el padre de la artista-, fue pues el escenario donde se tomaron esas fotos con las que Mirta Kupferminc “trata de revertir la mirada de las víctimas, otorgándoles una mirada imaginada”. Un espejo en el que todos nos reflejamos
Una suerte de Archivo Ringelblum en imágenes- Grossman, que no logró sobrevivir, llegó a esconder 10.000 negativos- que ha cobrado vida gracias al proyecto de MirtaKupferminc, pues uno de los niños fotografiados, ya abuelo, vive en Israel y las fotos de Grossman -que repartió a amigos con la esperanza de que revelaran la verdad de la vida-no vida en el gueto- son conservadas con amor por muchos sobrevivientes y sus familiares.
“Testimonio para el testigo” (2019), técnica mixta, la obra de Mirta Kupferminc
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