UNA MIRADA A LA HISTORIA – El 23 de mayo de 1844, en Shiraz, Persia, un joven conocido como el Báb anunció la inminente aparición del Mensajero de Dios que esperaban todos los pueblos del mundo. El título Báb significa «la puerta». Este anuncio provocó enseguida una persecución salvaje por parte del clero musulmán dominante. El Báb fue arrestado, apaleado, encarcelado y finalmente, el 9 de julio de 1850, fue ejecutado en la plaza pública de la ciudad de Tabriz. Alrededor de 20.000 de sus seguidores perecieron por toda Persia. El majestuoso edificio de cúpula dorada y rodeado de bellos jardines que domina la bahía de Haifa es hoy el Santuario donde están enterrados los restos mortales del Báb, que nació como Siyyid `Alí Muhammad hace ahora 200 años, razón por la que los seguidores de su fe en todo el mundo lo han celebrado. Hemos hablado con Clarisa Nieva, encargada de comunicación y relaciones institucionales de la comunidad Bahai en España para que nos explique los fundamentos de su fe.