El antisemitismo soviético en el período de entreguerras
LAS EDADES DEL TOTALITARISMO, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG – La posición de los judíos tras la Revolución Soviética mejoró en principio, por la libertad para trasladarse a cualquier zona de la URSS, estudiar en sus universidades y trabajar en todas sus instancias. Pero pronto se hizo patente que la idea marxista de un cambio automático en la superestructura (conceptos como nación, religión o cultura) iban a modificarse automáticamente de acuerdo a los nuevos tiempos, resultó ser falaz. Stalin emprendió entonces un proceso de ‘rusificación’ que pretendía acabar con las particularidades identitarias, para lo cual en 1928 destinó la lejana e inhóspita región de Birobidzhán (cerca de Corea) para que los judíos dejaran se instalaran en os márgenes orientales de la Unión, y como respuesta al sionismo que planteaba la necesidad de emigrar al Mandato de Palestina para crear un estado judío totalmente independiente. No sería el único giro en el trato: a partir de 1941 usó a los judíos como medio de propaganda para reclutar ayudas económicas de EE.UU., aunque al finalizar la contienda, emprendería una serie de purgas para con estas comunidades.
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