“El cantor de Jazz (The Jazz Singer)” (1927), de Alan Crosland (EE.UU.)

FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD –

Reparto: Al Jolson, May McAvoy, Warner Oland, Eugenie Besserer, Otto Lederer, Bobby Gordon

En 1927, “El cantor de Jazz” fue la primera película que incluyó sonido. Adaptación de una obra teatral de Broadway del autor estadounidense Samson Raphaelson, estrenada en 1925, el protagonista es Jakie Rabinowitz, hijo de un veterano jazán, el encargado de los cantos en las celebraciones religiosas de la sinagoga. El padre de Jakie se enorgullece con razón de que su familia haya desempeñado siempre esa tarea durante generaciones. Pero, para su desgracia, su pequeño hijo prefiere emplear sus dotes como cantante en otro ámbito: la música popular. Ofendido por este ultraje, Rabinowitz padre le expulsa de su hogar y reniega de él. Años después, Jakie ha cambiado su nombre por el más comercial de Jack Robin y está empezando a destacar como cantante de jazz. El dilema entre tradición y modernidad llega a su momento cumbre cuando el padre se encuentra moribundo y pide a su hijo que cante por él en la ceremonia de Yom Kipur. Esto sucede la noche de su gran estreno en Broadway, y deberá escoger entre el amor a su padre y su pueblo o su carrera musical.
La historia se basa en la lucha por los propios sueños y el conflicto generacional. El argumento aborda el clásico dilema entre tradición y modernidad, entre ser fiel a la herencia de los antepasados o abrazar el progreso, en este caso vinculado a la cultura y tradición judías. Con una dirección bastante correcta, las actuaciones lógicamente se basan en los clásicos gestos teatralizados que caracterizaban al cine mudo, donde Al Jolson destaca del resto de compañeros de reparto, llenando la pantalla no sólo durante los números musicales sino durante la totalidad del metraje.
A pesar de que ha sido considerada la primera película sonora de la historia, “El cantor de jazz”, no lo es en su totalidad. Los diálogos, como en las anteriores películas completamente mudas, aparecen escritos en pantalla y sólo fueron grabados con fonógrafo las canciones, una conversación del protagonista con su madre y una exclamación pronunciada por Jakie desde el escenario, primera línea de diálogo de la historia del cine: “Wait a minute, wait a minute. You ain’t heard nothing yet…” (Esperen un minuto, esperen un minuto. Aún no han oído nada).
La obra teatral El Cantor del Jazz había sido un éxito en Broadway, en su versión
original de 1925 protagonizada por George Jessel, revivida en 1927 con Al Jolson como protagonista. Cuando la Warner Bros. rechazó las condiciones salariales de Jessel, obligando a éste a rechazar el papel principal, el estudio se acercó a Eddie Cantor, a quien tampoco le pareció atractiva la oferta. Fue entonces cuando le ofrecieron el papel a Al Jolson.
Asa Yoelson (Al Jolson, 1886 – 1950), cantante, actor, guionista y director de música, era uno de los hijos de un rabino y jazán que en 1893 se trasladó con toda su familia de Rusia a EE.UU. Allí desarrollaría su carrera artística, primero como animador en vodeviles, cafés, plazas y circos, y luego en el teatro, donde debutó en el año 1899 con la obra The Children Of The Ghetto. Posteriormente se dedicó a repertorios burlescos en obras como La Belle Parée (1911), El Hijo de Robinson Crusoe (1916) y Simbad el Marino (1918-1920).
Asa y su hermano Hirsch, rebautizados como Al y Harry, iniciaron su carrera teatral muy jóvenes. Al tomó entonces la costumbre de teñirse el rostro de negro, lo que le valió su primer éxito. Además de ser mundialmente conocido por su interpretación en la primera película sonora de la historia del cine, también fue uno de los showmen más completos del siglo XX.

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