EL NUEVO DESORDEN MUNDIAL, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG – Hace una semana, el Tribunal Supremo de Rusia anunciaba su decisión de cerrar la ONG Memorial, la organización proderechos humanos más antigua y una de las más prominentes del país, en línea con una petición de la Fiscalía fundamentada en las leyes sobre “agentes extranjeros” en el país. Según el fiscal del caso, Memorial estaba “distorsionando la historia”, en relación a la labor de la organización investigando los crímenes ocurridos durante el gobierno de Joseph Stalin, creando lo que denominó una imagen falsa de la Unión Soviética como un estado terrorista. No sólo eso: sus denuncias de violaciones de derechos humanos han llegado a asuntos como la situación en Chechenia y el aplastamiento de los rebeldes por parte no sólo de Yeltsin sino del mismísimo Putin.