El “Code Noir” a la nación judía

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – El éxito de los integrantes de la “hebrea” en el sector comercial y específicamente de la industria azucarera, significó ya no sólo el recelo de los jesuitas, sino también de los plantadores y colonos franceses. Además, las conexiones entre los judíos de Martinica y Guadalupe con la Compañía Holandesa y en general con los holandeses, no eran favorables para los franceses. Parte de la producción que los judíos extraían de las islas francesas beneficiaban a Ámsterdam y no a París. A diferencia de los judíos, los plantadores franceses que se dedicaron a la producción de tabaco no logaron tener mucho éxito y terminaron endeudándose con prestamistas judíos, pues estos se habían enriquecido gracias a una efectiva producción azucarera. Las cosas cambiarían para los judíos cuando los colonos franceses en alianza con los cleros jesuitas se unieron con el fin de expulsarlos. Así las cosas, instigaron al gobernador Alexandre de Prouville de Tracy a que en 1664 promulgara un acta que obligaba a los sefardíes a trabajar en shabat, en contraposición con la cultura que ya se había difundido, donde se guardaba el sábado. Sin embargo, este decreto no acabó con la tradición sagrada que se había establecido. 

Las Antillas Francesas o Indias Occidentales Francesas, en principio Martinique y Guadeloupe, fueron asignadas a Jean-Charles de Baas en 1667, bajo el título de gobernador general. El marqués de Baas fue tolerante y promovió la estancia judía en estas Antillas. El visto bueno del gobernador de Baas promovió el proceso natural de mandar a traer un rollo de Torá, al igual que había sucedido en otras comunidades judías. De la gran Sinagoga portuguesa de Ámsterdam (la institución madre de las comunidades sefardíes en el exilio) llegó en 1676 dicho Sefer Torá y fue recibido por el empresario y líder comunitario Benjamín d’Acosta de Andrade. Con la muerte del tolerante gobernador de Baas en 1677, a los jesuitas y colonos franceses antijudíos les llegaría su momento. Charles de Courbon, conde de Blénac, sustituyó a de Baas como gobernador general de las Antillas Francesas y esto significaría el fin de la corta pero prospera historia de los judíos allí, pues de Blénac era muy cercano de la Compañía de Jesús y además confesor privado del “Rey Sol” Luis XIV. Así que, finalmente en 1685, el rey firmó el “Código Negro” – Code Noir – que decretó la expulsión de la nación judía de los principales territorios franceses de ultramar.

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