El culto a Stalin fuera de la URSS
LAS EDADES DEL TOTALITARISMO, CON RICARDO LÓPEZ GÖTTIG – Si bien el “culto a la personalidad” fue un elemento común a todas las dictaduras totalitarias (como aún se aprecia en Corea del Norte, por ejemplo), lo que no es tan habitual es que tal pleitesía sea otorgada fuera del país. Eso fue lo que pasó con Stalin desde los años 30 en países como Francia donde intelectuales y artistas como Romain Rolland encumbraron su figura como una especie de “salvador de la humanidad”. Acabada la Segunda Guerra Mundial, Stalin aprovechó esos apoyos incondicionales (sumados a los condicionados por la expansión política a los países del este de Europa) para reforzar la propaganda en tiempos de la Guerra Fría, acciones que culminaron en su fastuoso 70º cumpleaños, justo cuando nacía la OTAN y el relato de la historia reciente se “adaptaba” para consagrarlo como salvador del continente frente al nazismo.