“El día que vi tu corazón (Et soudain tout le monde me manque)” (2011), de Jennifer Devoldère (Francia)
FILMOTECA, CON DANIELA ROSENFELD – Con Mélanie Laurent, Michel Blanc, Florence Loire-Caille, Claude Perron, Guillaume Goix, Sebastien Castro, Géraldine Nakache y Manu.
La familia es muy complicada… sobre todo si trata de una familia judía con un padre quisquilloso y excéntrico. Justine (Melanie Laurent) una joven que aún no ha llegado a la treintena, es la hermana menor, aspirante a artista que trabaja en un centro radiológico. Acaba de mudarse al sofá de su hermana después de romper con su novio. Su hermana, Dom, está casada y tiene serios problemas para quedarse embarazada, por lo que ha decidido adoptar un niño. El padre de ambas (Eli) y su tercera esposa, les anuncian al acabar una cena familiar que están esperando un bebe, lo que produce un caos familiar.
Estamos frente a una comedia conmovedora que retrata a una familia judía en el Paris contemporáneo. La narración gira alrededor del personaje de Justine y su incapacidad para mantener una relación estable con un hombre, su inmadurez, y la necesidad de recomponer la relación con su padre tras años de reproches. Eli, que no acaba de encontrar la forma de comunicarse directamente con su hija, decide hacerse amigo de sus ex novios.
Hospedada temporalmente en el departamento de su hermana mayor, Justine encuentra en su arte a base de radiografías una forma de expresarse a través del caos. Más que un pasatiempo, se convierte en el camino para conocer por fin el corazón de su padre y reconstruir literalmente trozo a trozo la figura paterna que no llego a conocer durante su niñez
“El día que vi tu corazón” es, en definitiva, una película sobre la reconciliación familiar, Eli (el padre) pertenece a una generación para la que lo más importante era el éxito profesional lo que en muchas ocasiones les ha llevado a desatender las relaciones familiares. Eli no sabe cómo expresar su afecto a sus hijas ni cómo comunicarse con ellas.
Se trata de una película que demuestra que la comedia y el drama son complementarios y no opuestos. Algunos de los momentos más divertidos surgen de los sentimientos más profundos y de los momentos más desoladores, como cuando Eli sugiere a su esposa que aborte o cuando Justine se siente menospreciada por su padre. El hecho de que la risa se nutra también de los momentos difíciles permite la conexión emocional.
Temas como el aborto, la adopción, la falta de comunicación familiar o el miedo a establecer vínculos son tratados de manera sutil y convincente de manera que todos nos podemos sentir identificados con al menos uno de los personajes. “El día que vi tu corazón” es una comedia dramática que explora las relaciones de una familia aparentemente disfuncional, pero cuyos miembros en definitiva buscan comprenderse y comunicarse a pesar de las diferencias, las ausencias, los equívocos y los silencios. Y al final nos enfrenta a replantearnos la importancia de poder decir lo que sentimos y arreglar las diferencias antes que sea demasiado tarde.
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