DESDE EL FRENTE – Maayan estuvo hace algunas semanas en Madrid para reclamar la liberación de los secuestrados en manos de Hamás. Afortunadamente, en el canje durante la tregua en la guerra Espadas de Hierro fueron liberadas su madre, tía y prima del kibutz Nir Itzjak, pero aún siguen prisioneros su tío y la pareja de su madre, que se resiste a hablar públicamente de lo que pasó, por temor a las represalias que le prometieron los terroristas que harían con sus seres queridos si hablaba. Según su hija, que nos atiende desde su kibutz en el norte del país, una parte de su madre se quedó en Gaza y, al igual que sus otras parientes, padece una fátiga impropia de su carácter. Maayan aboga por una tregua y un intercambio total de prisioneros, aunque después se reanuden las hostilidades, ya que, según afirma, los enemigos a los que se enfrenta Israel han perdido todo rastro de humanidad.