UN NOMBRE, UNA HISTORIA DE LA SHOÁ DESDE YAD VASHEM – Tomando como fuente la documentación con la que cuenta el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá Yad Vashem en Un nombre, una historia de la Shoá desde Yad Vashem rendimos homenaje a los Justos, Heróes y Víctimas del Holocausto. Hoy tratamos la historia del Justo entre las Naciones español Eduardo Propper de Callejón.
Edición y locución Concha Gómez, Carlos Álvarez Vara
Eduardo Propper de Callejón era un diplomático de alto rango en la embajada española en París. La invasión alemana en 1940 provocó una huida masiva ante la inminente llegada de las tropas enemigas. Decenas de miles de refugiados se amontonaban en los caminos en dirección al sur de Francia. Muchos de ellos -judíos y no judíos– trataban desesperadamente de cruzar la frontera con España con la esperanza de llegar a un lugar de refugio. El gobierno francés había abandonado París y con él las representaciones diplomáticas, incluso la española. Propper, su esposa y sus dos hijos salieron de París y se trasladaron a Burdeos.
Al llegar a la legación española descubrieron que el cónsul había dejado desierta su oficina y clausurado el recinto. Los diplomáticos españoles tuvieron que ocuparse de miles de refugiados que
habían llegado a Burdeos y se apretujaban a las puertas de la representación con la esperanza de recibir el visado que los salvara de los nazis.
Propper decidió tender una mano. Abrió la embajada y comenzó a emitir visados. Durante cuatro días, entre el 18 y el 22 de junio de 1940 los estampó sin darse respiro.
Al hacerlo, contravino las directivas que había recibido de no hacerlo sin autorización previa del Ministerio de Asuntos Exteriores español. Continuó su cometido también cuando la embajada se trasladó a su nueva residencia en Vichy. No se sabe cuántos visados selló dado que los registros de la embajada se extraviaron.
En marzo de 1941 el Ministro de Relaciones Exteriores español Ramón Serrano Suñer ordenó al embajador en Vichy, José Lucrecia, la suspensión inmediata de Propper de sus funciones en la embajada y su traslado a la legación en Marruecos – un cargo de menor importancia. El embajador trató de apelar la decisión, aduciendo que Propper había recibido recientemente una distinción honorífica del propio mariscal Pétain.
El ministro denegó la petición, respondiendo que “no lograba comprender las razones que podría haber tenido el gobierno francés para otorgar una medalla a un funcionario español al servicio de los intereses judíos”.
Propper continuó sus funciones en el servicio exterior pero nunca recibió el nombramiento de embajador, aparentemente por sus actividades en favor de los refugiados judíos. Se jubiló en 1965 y falleció en 1972.
El 27 de agosto de 2007 Yad Vashem confirió a Eduardo Propper de Callejón el título de Justo de las Naciones.