SEFER: DE LIBROS Y AUTORES – ¿Hemos realizado una lectura errónea del Génesis? “Yendo al tuétano, desprendiéndolo de ropajes”, en un “ejercicio intelectualmente muy estimulante” -asegura David Aliaga- David Chaim Smith lo analiza versículo a versículo intentando “desengranar sus significados a la luz de la Cabalá”, en un libro El espejo cabalístico del Génesis que nos invita a ser más conscientes.
Ediciones Obelisco. Escondida en los tres primeros capítulos del Génesis se encuentra una de las mayores joyas de la literatura mística occidental. Durante milenios, se ha impuesto una religiosidad basada en la interpretación literal de la Biblia, sepultando su sutil sabiduría interior bajo los más toscos y superficiales aspectos de la narración. Se ha llevado a generaciones enteras a creer que los tres primeros capítulos del Génesis son solamente una primitiva historia protocósmica o un cuento de hadas. Pero al aceptar el texto como una pura metáfora cabalística, el contenido místico del Génesis brota y revela la naturaleza Divina de la Creación, así como una nueva forma de entender la mente humana.
Deconstruyendo cada versículo de los tres primeros capítulos del Génesis con técnicas esotéricas derivadas de las enseñanzas orales de la cábala, David Chaim Smith muestra cómo las diez sefirot, no son simplemente una jerarquía lineal, sino que forman un todo interdependiente, con diez funciones interactivas, que articulan el patrón a través del que la diversidad de la creación se manifiesta. El análisis frase a frase que lleva a cabo el autor revela un modelo completo tanto de la creación Divina, como del dilema de la mente humana, de la naturaleza Divina de la conciencia y de nuestra falta de habilidad para reconocer la Divinidad de la mente.
Gracias a esta nueva interpretación, que prescinde del concepto de un Dios Creador, seremos capaces de trascender nociones opuestas como «ser» y «no ser», que se encuentran en el corazón de los hábitos perceptivos convencionales, y de alumbrar una nueva comprensión mística de la Unidad y de la inefable profundidad de la Divinidad.