El Golem, la criatura del Talmud

OMANUT: ARTE JUDÍO EN LA HISTORIA, CON ELVIRA TUREK – El Golem fue -nos cuenta Turek- una figura constante en el canon literario judío tradicional, que halló pocas salidas en el campo de la representación plástica. Fue un continum que comenzó siendo una cita bíblica y parte de los relatos del Talmud. Siguió con éxito durante la Edad Media hasta llegar al siglo XVIII, donde el Golem empezó a consolidarse como leyenda.

El Golem siempre fue un contenedor de ambigüedad, confusión e incertidumbre, debido a la falta de descripción detallada del ser, por ello, fue ideal para encarnar distintas formas acordes a las diversas épocas. Paso por distintas apariencias: el de un cuerpo humano inanimado; una estatua o un cadáver; en el sentido escolástico en el que la forma otorga la esencia de vida o un antropoide que copia a un hombre verdadero. Fue una idea abstracta que sirvió de trasfondo a otros temas. La criatura funcionaba como prueba del orden del universo, y no de su desorden, como ocurría con los seres excepcionales y los monstruos de los textos cristianos.

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