EL MICRÓFONO DE ALICIA PERRIS – En este programa Alicia Perris nos habla de las vicesitudes y la magia del parisino hotel Lutetia y su particular historia, muy conocida por la comunidad judía internacional.
El nombre Lutecia (en latín Lutetia, Lutetia Parisiorum o Lukotekia antes, en francés Lutèce) era una ciudad en la Galia prerromana y romana, un precedente de la ciudad merovingia restablecida que es la antecesora de la actual París. Lutecia y París tienen poco en común salvo su posición en una isla, la Île de la Cité, en un conveniente paso del Sécuana (Sena).
La primitiva Λουκοτοκίαυ (Estrabón), Λευκοτεκία (Ptolomeo) > Lutetia (César) quizá contiene la raíz celta *luco-t- ‘ratón’ + -ek(t)ia = ‘los ratones’, bretón logod, galés llygod, irlandés luch (Bibracte, *bibro ‘beaver’ + -acti = ‘los castores’) o la raíz celta luto- ‘ciénaga’ o ‘lodo’ (gaélico loth ‘ciénaga’, bretón loudour ‘impuro’).
En algún lugar en la región próxima estaba ubicado el principal asentamiento u oppidum de los parisios, un pueblo galo que se asentó en la zona durante el siglo III a. C.
El Hotel Lutetia, cuando lo chic se une al corazón de la Resistencia y el regreso y la recuperación de los Deportados en la II Guerra Mundial
El Hôtel Lutetia, que lleva el nombre del emplazamiento arqueológico mencionado, es un hotel de lujo situado en el distrito VI de París, en el número 45 del Boulevard Raspail, en la esquina con la Rue de Sèvres. Es propiedad del grupo israelí Alrov desde el 1 de agosto de 2010 y está
gestionado por la marca Concorde Hotels & Resorts.
El 14 de junio de 1940, el ejército alemán ocupó París. Al día siguiente, el hotel fue ocupado por la Abwehr, el servicio de inteligencia y de contra-espionaje del estado mayor alemán, que instaló aquí su cuartel general. También se instaló aquí el jefe de la Geheime Feldpolizei. Tras la liberación, el propietario del hotel, para demostrar su compromiso con la Resistencia, tuvo que poner a su disposición el Lutetia, que acogió a los deportados a su vuelta de los campos de concentración nazis. Fue Sabine Zlatin, apodada la «dama de Izieu», quien permitió la creación del centro de acogida, hacia el cual acudían las familias en búsqueda de información sobre posibles parientes deportados.
En una placa en el Lutetia se puede leer: “De abril a agosto de 1945, este hotel, que se había convertido en un centro de recepción, recibió la mayor parte de los supervivientes de los campos de concentración nazis, contentos de haber recuperado su libertad y la de sus seres queridos. Su alegría no puede borrar la angustia y el dolor de las familias de los miles de desaparecidos que esperaron en vano por los suyos en este lugar”.
“Fluctuat, nec mergitur” (se agita, por las olas), pero no se hunde”, el antiguo hotel, paquebote con fachada como de olas.
Alicia Perris