“El informe de Brodeck”, de Philippe Claudel

METAESCRITURA DE LA SHOÁ, CON JAVIER FERNÁNDEZ APARICIO – Candidato a ser uno de los libros analizados por nuestro añorado  Club de Lecturas del Holocausto, la calidad e interés de El informe de Brodeck  (Salamandra 2008) viene además avalado por magnífico análisis que de este libro hace Javier Fernández Aparicio. Una historia sobre un superviviente recién salido del campo de concentración, en cualquier sitio, en cualquier momento…“porque la bajeza humana puede darse en cualquier lugar y fecha”. 

Argumento

Brodeck, superviviente y recién salido de un campo de concentración, se ocupa en realizar informes sobre el estado de los recursos de su pueblo, cerca de la frontera con Alemania, aunque los lugares que se citan son ficticios. Una noche llega al hostal cuando los hombres del pueblo acaban de cometer un brutal asesinato. Entonces estos le obligan a escribir  sobre el suceso para que se les «comprenda y perdone».
Ojo, no es una novela sobre la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto y ni siquiera los fundamentos más salvajes del racismo, sino sobre la bajeza humana en cualquier momento si las condiciones lo motivan, por ejemplo con el miedo “al otro” desconocido.

El autor

Philippe Claudel (62 años) es un escritor y cineasta francés. Desde adolescente sintió pasión por la literatura y el cine, llevando una vida algo desordenada donde escribía numerosos poemas, relatos cortos, guiones… mientras trabajaba como guía de museos, extra en cortometrajes y finamente profesor de Secundaria y voluntario para educar a presos, niños enfermos y discapacitados.
Comenzó su carrera literaria literaria en 1999 con su primera novela, Meuse l’oubli, ya con 37 años, convirtiéndose también en guionista y realizador de películas, de hecho fue galardonado con el premio Roman France Télévision por Barrio Flores (2000) y El ruido de los ajuares (2001). Su consagración en las letras llegaría en 2003 con Las almas grises, novela parecida al posterior Informe de Brodeck porque narra la historia de un asesinato durante la Primera Guerra Mundial, y que sería Premio Renaudot. Y de ese mismo 2033 sería Petites mécaniques, Premio Goncourt de Novela.
Posteriormente fue profesor universitario de Antropología Cultural y Literatura. Se autodefine como un admirador de Georges Simenon, el maestro francés de la novela negra. El informe de Brodeck fue premio Goncourt de los Estudiantes en 2007. En castellano, su obra es publicada por Ediciones Salamandra 

Temas del Libro

La historia sucede en un pueblo muy alejado de todo, ficticio pero que Claudel entiende cerca de la frontera con Alemania, muy poco después de la Segunda Guerra Mundial, aunque tampoco se mencionan fechas. Está narrado en primera persona de la mano de Brodeck, el personaje principal, superviviente de un campo de concentración (¿es judío? no se dice pero se intuye) y que vive con su mujer, traumatizada, una hija enfermiza y una anciana que ayuda a mantener la cohesión de la familia. El pueblo parece idílico, en plena naturaleza, pero la miseria humana lo pudre todo.

Al pueblo llegó Der Anderer (“El Otro”, en alemán, Claudel utiliza nombres alemanes tanto para los personajes como para muchos eventos como el propio asesinato de aquél o Ereignies “lo que ha ocurrido”). Es un enigmático personaje del cual no se sabe nada, ni el nombre. Es culto, pero enigmático y silencioso, lo cual determina la aversión de los lugareños que acabarán asesinándole en el hostal donde se aloja. Desde el principio parece un cordero destinado al sacrificio.

El pueblo-los asesinos encargan a Brodeck, la redacción de un informe exculpatorio, algo que hace mientras es vigilado y amenazado, volviendo a revivir la situación anterior a la guerra y la experiencia concentracionaria (la miseria del hombre), que intercala en la narración -Claudel no ahorra en detalles, quizás con demasiado patetismo— y se convence de que son los mismos que le pusieron en la diana y que se pueden volver otra vez en su contra. Por ello no es bueno preguntar ni saber demasiado de lo ocurrido con el Anderer ni con nada en esos años, olvidar y diluir culpabilidades. Claudel, de la boca de Ulli, un antiguo amigo de Brodeck, estudiante como él en la gran ciudad durante su juventud y muerto después durante la guerra, nos da la clave: “No olvides que lo que siempre triunfa es la ignorancia, Brodeck, no el saber”
En definitiva, la obra muestra lo que el ser humano es capaz de hacer por aversión “al otro” (ya sea racismo, clasismo, etc…), o por miedo. Miedo también al diferente y, por supuesto, al castigo a la propia maldad, pues todos los habitantes del pueblo son conscientes de que el asesinato era justo, a su entender, como justo también sería su represión.

El Cómic

Hay también una excelente novela gráfica del también francés Manu Larcenet (Norma, 2017) basado en el libro. Emplea el blanco y negro, recreando al ambiente miserable de la inmediata posguerra y lo sórdido de la situación (los personajes borrosos y con rasgos bestiales, los silencios prolongados), sin bien la edición es algo complicada de manejar porque es muy grande, pero merece la pena detenerse en cada plancha y disfrutar de ellas en el tamaño que los autores la pensaron ver publicada.