El mártir Isaac de Castro

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – Habíamos referido anteriormente que a mediados de junio de 1645, mientras duraba la rebelión de los luso-brasileros en contra de los holandeses, numerosos prisioneros judíos fueron enviados a Bahía y acusados allí de ser “cristianos nuevos” para luego ser condenados. En julio de 1646, junto a un grupo de prisioneros holandeses, llegaron a Lisboa también algunos judíos, donde fueron sometidos a interrogación por el Tribunal del Santo Oficio. Al respecto, se sabe del proceso de Abraham (Gabriel) Mendes, natural de Porto, quien declaró, el 5 de septiembre de 1646, ser hijo de “cristianos nuevos” pero que a la edad de doce años se embarcó hacia Hamburgo, como criado de un francés, y que en dicha ciudad judíos “portugueses” lo persuadieron de hacerse judío. El intérprete del Tribunal en tal ocasión afirmó que Mendes, además de hablar portugués, también hablaba la “lingua flamenga” que acostumbran a hablar los naturales de Hamburgo, la que, a pesar de ser diferente de la [lengua] de Holanda, es comprendida tanto por uno como por otro. Después de abjurar públicamente y de hacer penitencia, se le autorizó regresar a Brasil. Un año antes del proceso de Abraham Mendes ya se encontraba en Lisboa, detenido en las cárceles del Tribunal de la Inquisición, otro “cristiano nuevo”, Isaac (o Isaque) de Castro, único mártir que se conoce en la historia del Brasil holandés condenado a ser quemado vivo en la hoguera.

Tomado de la obra de Günter Böhm, Los sefardíes en los dominios holandeses de América del Sur y del Caribe,1630-1750

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