FUERA DE FOCO, CON BRYAN ACUÑA – Cuando hace exactamente 9 años Catar consiguió los derechos de organización de la Copa Mundial de Fútbol FIFA 2022, dicha organización comenzaba a ser sospechosa de corrupción. La celebración de aquí a tres años de uno de los eventos deportivos más vistos a escala global está siendo diseñada a modo de lavado de imagen del pequeño y rico en petróleo estado de la Península Arábiga, acusado e implicado en reiteradas violaciones de los derechos humanos y la financiación del terrorismo. ¿Existe algún límite a la ética y la lógica? El reciente Mundial de Atletismo allí celebrado recientemente, con tribunas vacías y deportistas colapsando por el calor quizás sea un anticipo de lo que pase de aquí a tres años.